miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL LIBRO DE JOB:(Capítulo 1-5) El libro de Job nos muestra a un buen hombre temeroso de Dios sufriendo sin ninguna razón aparente. Job, es un personaje, prudente en todo, lo que tenía lo obtuvo sin haber cometido falta alguna. La ubicación es en la tierra de Uz; un lugar incierto, solo se sabe que tenía muchas pastizales y campos de cultivo, localizada cerca de un desierto, al este del rio Jordán, cerca de Canaán. Probablemente Job vivió durante los días de los patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob) antes de que Dios diera su ley o designara a los sacerdotes como líderes religiosos. El padre de familia era el líder religioso porque no habían sacerdotes que lo instruyeron en las leyes de Dios. Job actuaba como el sacerdote y ofrecía sacrificios a Dios para pedir perdón por los pecados que él y su familia habían cometido, Job, era un hombre justo e irreprochable que había sido grandemente bendecido, era el blanco perfecto para Satanás. Satanás atacó a Job al acusarlo de ser recto sólo por no tener razón alguna para volverse en contra de Dios. Satanás quería probar que Job adoraba a Dios no por amor, sino porque Dios le había dado mucho. En la primera prueba, Job perdió sus posesiones y a su familia, pero reaccionó correctamente hacia Dios al reconocer su soberana autoridad sobre todo lo que él le había dado. Job pasó la prueba y demostró que la gente puede amar a Dios por lo que él es, no por lo que da. El siguiente paso, fue provocarle un sufrimiento físico a Job para probar su acusación original. Al saber de las dificultades de Job, 3 de sus amigos llegaron para consolarlo (Elifaz, Bildad y Zofar). Desafortunadamente, cuando llegaron su consuelo fue muy deficiente porque eran soberbios en su propio consejo e insensibles ante las necesidades de Job. Los amigos de Job se dieron cuenta de que su dolor era demasiado profundo para consolarlo con meras palabras, por lo que no dijeran nada La respuesta de Job, a esta segunda prueba estuvo en severo contraste con su actitud después de la primera prueba. Job continúo sin maldecir a Dios, pero maldijo el día de su nacimiento. Elifaz, argumentó que el sufrimiento era resultado directo del pecado, y que si tan solo Job confesara el suyo, su sufrimiento terminaría. Elifaz hizo muchos comentarios buenos y acertados; hizo 3 conjeturas equivocadas. 1. Una persona buena e inocente nunca sufre. 2. Aquellos que sufren está siendo castigados por sus pecados pasados 3.Debido a que estaba sufriendo, Job habría hecho algo malo ante los ojos de Dios. (Cap. 6-10) En su dolor, Job quería rendirse, ser liberado de esta pena y morir. Pero Dios no le concedió su petición. Tenía un plan mayor para él. Job sentía profunda angustia y amargura, y habló sinceramente con Dios sobre sus sentimientos para dejar salir sus frustraciones. Job dejo de hablar con Elifaz y hablo directamente con Dios aunque Job había vivido una vida recta, estaba comenzando a dudar del valor de haber vivido así, más tarde, Dios reprobó a Job por esta actitud. Bildad estaba molesto porque Job seguía afirmando que era inocente mientras objetaba la justicia de Dios. La base del argumento de argumento de Bildad, al igual que Elifaz, creía equivocadamente que las personas sufrían solo como resultado de sus pecados. Bildad se equivocó al suponer que para su seguridad. Job estaba confiando en otra cosa y no en Dios, así que declaró que tal soporte se derrumbaría. Job reconoció, sin embargo, que discutir con Dios era fútil e improductivo. Conforme continuaba su sufrimiento, se volvía más impaciente. Aunque Job permaneció leal a Dios, hizo declaraciones que más tarde lamentaría porque comenzó a hundirse en la autocompasión. En su frustración, Job llegó a la falsa conclusión de que Dios buscaba atraparlo. Vamos a hablar de uno de los frutos del Espíritu. La paciencia: etimología de la palabra Es muy interesante conocer que el origen de la palabra paciencia es la raíz latina pati que significa sufrir. De hecho el participio patiens se introdujo al castellano como paciente término que se utiliza en los hospitales que quiere decir “el que sufre.” Así la palabra misma nos recuerda que la paciencia implica sufrimiento, si bien ese sufrimiento se acepta con dignidad esperando una recompensa mayor que vendrá, ya sea con el simple paso del tiempo, con la perseverancia, o con la actividad correcta en los momentos correctos. La paciencia es un rasgo de carácter que nos permite pasar por situaciones caóticas sin derrumbarnos, nos permite educar a nuestros hijos sin gritos y nos permite aceptar a los compañeros de trabajo sin deprimirnos, entre muchas otras cosas. Paciencia es la cualidad de tolerar o soportar dolor o dificultades sin quejas.

Paciencia en momentos lentos. ¿Le ha tocado desesperarse con la burocracia de ciertas instituciones? Pedir una partida de nacimiento, sacar la cedula, inscribirse en una institución educativa. Cobrar dinero en alguna institución financiera un quince o un último ¿Ha tenido la “oportunidad” de esperar largo tiempo en Mercal para poder ser atendido? Son momentos todos en que la paciencia debe derrotar al desasosiego. La gente que trabaja en el campo sabe que el tiempo entre la siembra y la cosecha no es de haraganería, es un tiempo para fertilizar, preparar la tierra, arreglar maquinaria, etc. Hay que sacar ventaja de ese aparente “tiempo muerto”.
Esto se debe a que necesitas paciencia, Dios sabe cuando te dará las respuestas a tus necesidades. Leamos en los salmos 71:12 al 13 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro. 13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan. No puedes demandar a Dios una respuesta inmediata a tus necesidades debes aprender esperar en Dios él es soberano y te prueba para fortalecerte, mediante su palabra para que pueda depender de el. El desea transformar tu carácter para que seas liberado o liberada. El señor tiene un tiempo para la bendición y respuestas a tus necesidades. No arranca Dios una atadura ni hará una obra milagrosa hasta que no se haya dada la transformación paulatina de tus pensamientos e intenciones de tu corazón. Santiago 5:7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Si la respuesta de Dios fuera inmediata , debido a tu naturaleza pecaminosa se marchitaría lo que Dios ha sembrado en tu ser, Dios sabe que es el tiempo de espera que te obligue a clamar , a obedecer a humillarte delante de su presencia , a morir en tu carne , es decir negarte a ti mismo. Esto hace posible que puedas vencer a tu propio enemigo que es tu yo egocentrista y esclavo del pecado. En este tiempo de espera estas fortaleciendo lo que Dios está haciendo en tu vida durante tu prueba y aflicción Paciencia, confianza en Dios y Obediencia es lo que necesitas.
Paciencia como perseverancia.
Bolívar derrotó a los españoles para liberar a Venezuela de su yugo, pero sólo después de muchas y dolorosas derrotas. Siempre tuvo la paciencia de asimilar la derrota, levantar un nuevo ejército, luchar nuevamente, ser derrotado, asimilar la derrota, entre otros. Un ciclo que no se interrumpió sino hasta que logró la victoria final y lograr la independencia.
Esto lo podemos aplicar, tanto a Bolívar, como a un equipo de fútbol que luego de derrota tras derrota, persevera hasta lograr el campeonato, al estudiante que finalmente logra titularse, o al empleado que finalmente es reconocido como “siervo fiel”. Dice el libro de los Salmos 37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades. Dice la palabra en Eclesiastés 3:1al 11 1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; :5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; :6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;:8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? 10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. :11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Tus equivocaciones, fallas decisiones inadecuadas y errores Dios los conoce porque el tiempo de Él es eterno y el plan perfecto para tu vida que no lo improvisa…el te enseña a través de tus errores, el es omnipresente el está en tu ayer, en tu hoy y en tu mañana. Eclesiastés 3:14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
Paciencia como actividad correcta en el momento correcto. Cuando “tenemos el tiempo encima” tendemos a desesperarnos, nos irritamos, gritamos y generamos un caos peor sin lograr resultado alguno. Este también es un momento para la paciencia. Nuevamente no se trata de esperar una solución “caída del cielo”, si bien podemos orar y pedir ayuda divina, lo cierto es que también tenemos que enfrentar el problema. Gedeón, David, y otros personajes de la Biblia, tuvieron que marchar a la batalla. Aunque recibieron ayuda de Dios.
Cuando estés listo recibirás la respuesta que necesitas. Aprende a esperar en Dios, es difícil pero hay que reposar en su sabiduría y fidelidad, mientras El hace la obra. Por lo tanto sigue adelante no importa lo despacio que te parezca y la fallas que cometas. No importan lo que digan tus voces interiores que se opone a tu victoria, no importa lo que digan los que no creen en tilo que importa es que tú crees en Dios y él lo que dice lo cumple porque él es poderoso y fiel. Dice la palabra en Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
Dice el Salmos 62:1 En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. Salmos 62:2 Él solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho. Salmos 62:3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre, Tratando todos vosotros de aplastarle Como pared desplomada y como cerca derribada? Salmos 62:4 Solamente consultan para arrojarle de su grandeza. Aman la mentira; Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah Salmos 62:5 Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. Salmos 62:6 Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. Salmos 62:7 En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Salmos 62:8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah Salmos 62:9 Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón; Pesándolos a todos igualmente en la balanza, Serán menos que nada. Salmos 62:10 No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis; Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas. Salmos 62:11 Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder, Salmos 62:12 Y tuya, oh Señor, es la misericordia; Fuente de la paciencia.
La buena noticia es que para lograr este rasgo, tenemos la ayuda del Espíritu Santo. Gálatas 5:22 dice que la paciencia es uno de los frutos del Espíritu Santo “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe” No estamos solos, oremos a Dios porque su Espíritu more en nosotros y seremos recompensados con este fabuloso rasgo del carácter de Cristo: la Paciencia.

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