el viernes pasado,
me toco llevar palabra en el grupo donde estoy, en la urbanización Baraure y
les contaba sobre la historia de un niño que se quedó con la mano
atrapada en un florero. Sus padres, desesperados, intentaron de muchas formas
sacar la mano: echaron aceite al florero para que se deslizara, jalaron,
empujaron, pero nada servía para sacar la mano. Finalmente, decidieron que iba
a ser necesario romper el florero. A pesar de que era una antigüedad muy
costosa, les parecía imposible que su hijo pasara la vida con un florero en el
brazo. En eso, el niñito les hizo una pregunta: ¿Creen ustedes que podría sacar
la mano si soltara la moneda que estoy agarrando? Felizmente, no se tuvo que
romper el florero, ni el niño pasó toda su vida con el brazo atrapado.
Sin
embargo, me temo que hay muchos de nosotros creyentes y no creyentes estamos
viviendo precisamente como ese niño. Escúcheme, mis amados hermanos y amigos
invisibles. Dios quiere darles libertad, pero se encuentran atrapados porque no
quieren soltar algo que, después de todo, no tiene mucho valor.
Vamos
a leer en Filipenses 1:18-26 ¿Qué, pues?
Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es
anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.
1:19 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu
de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, 1:20 conforme a mi anhelo y esperanza
de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre,
ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por
muerte. 1:21 Porque para mí el vivir es
Cristo, y el morir es ganancia. 1:22 Mas
si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces
qué escoger. 1:23 Porque de ambas cosas
estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual
es muchísimo mejor; 1:24 pero quedar en
la carne es más necesario por causa de vosotros. 1:25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que
aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, 1:26 para que abunde vuestra gloria de mí en
Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros. La frase clave que
encontramos en este pasaje se encuentra en el verso 19: todo esto resultará para mi
liberación. Al leer el
pasaje, nos quedamos con una duda. ¿Nos quiere decir Pablo que él esperaba ser
librado de su encarcelamiento, en base a lo que le está sucediendo?.La
tradición nos indica que él sí fue librado del encarcelamiento, pero no creo
que se haya estado refiriendo a esto en el verso. Es difícil entender en qué
sentido podría él decir que todo lo que ha estado mencionando - que es la
predicación del evangelio por sus rivales - podría resultar en su liberación de
la cárcel.
Más
bien, Pablo se refiere a otra cosa. Podemos entender a qué se refiere cuando
reconocemos que la palabra traducida liberación también puede traducirse salvación. la salvación tiene tres aspectos en la
Biblia. Tiene un aspecto pasado, un aspecto presente y un aspecto futuro.
En
ningún sentido podemos pensar que Pablo dudaba de su salvación pasada; por
ejemplo, él dijo: Lo que ahora
vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su
vida por mí. (Gálatas 2:20). Sin
embargo, Pablo bien sabía que su salvación presente - es decir, el proceso de
madurez y de servicio al Señor - seguía en pie. Pablo sabía que el proceso de
su liberación del pecado y su servicio al Señor continuaban, y que lo que le
sucedía contribuía a esto. Nos damos cuenta, entonces, de que el resto del
pasaje se refiere a la vida del cristiano, la persona que, habiendo sido
salvada de la pena del pecado, ahora está en el proceso de ser salvada de la presencia
del pecado en su vida. Esa salvación viene sólo por medio de Cristo. Y así como
Cristo es quien nos ha salvado del pecado, también es por Cristo que podemos
seguir siendo salvados en nuestra vida presente. Si tenemos a Cristo en nuestra
vida, podemos vivir en libertad. AMADOS RADIOESCUCHAS Tenemos dos fuertes razones para vivir en
libertad:
Quizás
MI AMADO OYENTE tú dirás: Eso no me suena a liberación; eso parece más bien ser
una nueva clase de esclavitud. Pero piénsalo un momento: ¿Cuántas personas
viven sin saber cuál es su propósito en la vida, frenéticamente corriendo del
placer al trabajo al hogar, buscando en algún lugar encontrar su razón de
vivir?. Pablo nos da otra perspectiva en el verso 20. Dice: Mi ardiente anhelo y esperanza es
que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o
muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. Tras las
rejas de la cárcel, Pablo tenía libertad - porque sabía que con Cristo como su
Señor, todo tenía razón y él tenía un propósito que nadie podría quitarle - el
propósito de exaltar a Cristo. Pero para eso, él mismo tuvo que soltar muchas
otras cosas. Pablo tenía grandes razones para sentirse orgulloso. El había estudiado
con los mejores maestros religiosos del judaísmo. Tenía buenas conexiones, se
había esmerado en observar su religión, y tenía una educación que abarcaba la
mejor literatura de su día.
Sin
embargo, él mismo nos dice que, para él, todas estas cosas son como deshechos a
comparación con la grandeza de conocer a Cristo. Pablo podría haberse
establecido en alguna posición elevada en el judaísmo, pero para eso tendría
que negar a Cristo. Prefirió sacrificar todos sus logros y toda su preparación
para servir al Señor.
Si
queremos conocer verdadera libertad en nuestras vidas, tenemos que dejar atrás
las cosas que nos estorban. Tenemos que sacrificar aquellas cosas que nos
impiden el exaltar a Cristo completamente en nuestras vidas.
No sé cuál sacrificio tengas que hacer tú.
Quizás no te encuentres encarcelado por los comunistas, pero habrá otras cosas
que tendrás que sacrificar por Cristo. Quizás tendrás que sacrificar a tu
familia. Puede ser que ellos te exijan que rechaces esa nueva religión, y
perderás su amor. Quizás tendrás que sacrificar alguna distracción o pasatiempo
que te estorba en seguir a Cristo. Quizás tendrás que sacrificar alguna
ambición que choca con el plan de Dios para ti. En cualquier caso, si quieres
vivir con esa gloriosa libertad que menciona Pablo, tendrás que sacrificar
algo. Tendrás que quitar, como lo hace un cirujano, cualquier tumor en tu
corazón que desplaza a Cristo.
Pablo
podía decir que, para él, morir era ganancia. Incluso se le hace imposible decidir
cuál es mejor: seguir viviendo en el mundo, donde puede serle útil al Señor, o
ir para estar con el Señor a quien tanto ama y sirve. Obviamente, Pablo no
estaba contemplando el suicidio. Si amamos a Dios tanto que queremos apurarnos
para llegar al cielo, también lo amaremos tanto que estaremos dispuestos a
esperar hasta que él nos llame. Pero para muchos de nosotros, el peligro está
en la otra dirección. Lejos de estar deseosos de ir al cielo, nos parece más
castigo que premio. ¿Qué es lo que llamaba a Pablo al cielo? Era la presencia
de Cristo. Nos dice el 23: Deseo
partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor. Si tenemos algún
concepto del cielo, quizás nos imaginamos calles de oro y ángeles con arpas
cantando. Estas imágenes sirven para ilustrar la grandeza y la belleza del
cielo, pero la verdadera atracción en el cielo será la presencia de Cristo
Jesús allí. Si no hemos aprendido a amar al Señor estando aquí en la tierra,
entonces, ¿qué razón tendremos para querer ir al cielo? Alguien ha dicho que
Dios nos da lo que nosotros queremos. Si lo que queremos es estar con él más
que nada, entonces tendremos ese deseo al morir. Si lo que deseamos es pecar,
entonces también él nos da ese deseo; pero no debemos de pensar que podremos
entrar al cielo de ese modo. Un doctor cristiano cuidaba a su paciente, que le
pedía detalles del cielo. En eso, se oyó un sonido a la puerta. El doctor le
dijo a su paciente: ¿Oye usted ese sonido? Es mi perro. Lo dejé afuera, pero me
ha seguido aquí al consultorio. Aunque nunca ha entrado aquí, él sabe que estoy
acá, y quiere estar conmigo. Así es con el cielo. Dios no nos ha descrito con
lujo de detalles cómo será la vida en el cielo. Más bien, nos dice que él
estará allí - y si le amamos, eso nos basta. Eso nos da razón para seguir
luchando, para seguir viviendo para él en este mundo, porque sabemos lo que
tenemos al final del camino.
¿Vives
atrapado por la duda, la inseguridad, la preocupación? Puedes tener libertad -
pero sólo si estás dispuesto a soltar las cosas que te tienen atrapado.
Disponte desde hoy a exaltar a Cristo con tu vida.Tendrás que sacrificar
algunas cosas - quizás amistades, placeres, el lujo de vivir como quieras. Pero
te ganarás mucho más. Tendrás el incomparable gozo de conocer la presencia de
Cristo en tu vida, y sabrás con seguridad qué es lo que te espera. No hay mejor
vida que esa.
AMEN Y
AMEN
Padre eterno, Espíritu Santo, Jesús de Nazaret Señor lávanos con tu
sangre preciosa y límpianos con tu poder, convierte a cada uno de nosotros en
esa pieza de lujo que tu quieres manejar, ayúdanos a soltar esas cosas que nos
quitan la liberación, que nos impiden seguir
de mejor manera tus caminos, que tengamos la fe y la esperanza viva que
detrás de esas puerta del sacrificio tu nos estas esperando , señor danos
dominio propio para poder realmente
evangelizarnos nosotros MISMOS, Y podamos
servirte y agradarte, llevando paz y bendiciones a los hogares , a
nuestros lugares de trabajo, a los liceos,
escuelas, centros educativos en general, a las fabricas, a cualquier institución donde estemos laborando,
en el hospital , en la cárcel en cualquier rincón donde estemos, para cumplir
con tu mandato Padre eterno , gracias por este mensaje , señor que esperamos que cada uno de los radioescuchas tu mi dios
les haya hablado. Vamos a una pauta musical y regresamos con la mensajería de
texto.
ORACION GENERAL:
Por las iglesias. Padre de la gloria
estamos delante de tu presencia, colocando en tus manos todas las
congregaciones de tus siervos, señor en este momento todos los pastores están
en tus manos, úngelos señor ayúdalos padres suple sus necesidades y comprende
sus vicisitudes, guíalos señor para que
cada día ellos lleven tu palabra tal cual tu quieres, mira a tus ovejas padres, tu eres el buen
pastor haznos comprender que no existe
la iglesia perfecta, que nos podamos soportar unos a los otros , que soltemos
esa moneda para que el jarrón salga, para que tengamos plenitud de gozo, Dios
mío mira el enfermo, ministra sobre
ellos y ellas sanidad divina , que sientan en estos momentos el calor de tu
amor señor para que la enfermedad en su nombre abandone tu cuerpo , para que
los espíritus y demonios salgan de allí,
por el poder de la palabra en el nombre de Cristo Jesús declaramos libertad, y
sanidad, ,Padre colocamos delante de ti a todos aquellos radioescuchas que por
diferentes razones no te tiene, aquellos que oyen tus palabras mas no la
escuchan, para ti que en este momento oyes el programa el poder de la oración,
no, no te vayas a la cocina, no te vayas a la sala , es contigo, Dios te está
llamando, atiende el llamado porque te
puedes quedar sin línea, sin cobertura, hoy es el día. Mis queridos oyentes no
convertidos Dios es maravilloso, el toca a tu puerta y llama en esta mañana.
Atiéndelo, el señor los bendiga amen y amen.