martes, 7 de agosto de 2012

Hablando de salvación


 el viernes pasado, me toco llevar palabra en el grupo donde estoy, en la urbanización Baraure y les contaba sobre la  historia de un niño que se quedó con la mano atrapada en un florero. Sus padres, desesperados, intentaron de muchas formas sacar la mano: echaron aceite al florero para que se deslizara, jalaron, empujaron, pero nada servía para sacar la mano. Finalmente, decidieron que iba a ser necesario romper el florero. A pesar de que era una antigüedad muy costosa, les parecía imposible que su hijo pasara la vida con un florero en el brazo. En eso, el niñito les hizo una pregunta: ¿Creen ustedes que podría sacar la mano si soltara la moneda que estoy agarrando? Felizmente, no se tuvo que romper el florero, ni el niño pasó toda su vida con el brazo atrapado.
Sin embargo, me temo que hay muchos de nosotros creyentes y no creyentes estamos viviendo precisamente como ese niño. Escúcheme, mis amados hermanos y amigos invisibles. Dios quiere darles libertad, pero se encuentran atrapados porque no quieren soltar algo que, después de todo, no tiene mucho valor.
Vamos a leer en   Filipenses 1:18-26 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.  1:19 Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, 1:20 conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.  1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.  1:22 Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.  1:23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;  1:24 pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.  1:25 Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe,  1:26 para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros. La frase clave que encontramos en este pasaje se encuentra en el verso 19: todo esto resultará para mi liberación. Al leer el pasaje, nos quedamos con una duda. ¿Nos quiere decir Pablo que él esperaba ser librado de su encarcelamiento, en base a lo que le está sucediendo?.La tradición nos indica que él sí fue librado del encarcelamiento, pero no creo que se haya estado refiriendo a esto en el verso. Es difícil entender en qué sentido podría él decir que todo lo que ha estado mencionando - que es la predicación del evangelio por sus rivales - podría resultar en su liberación de la cárcel.
Más bien, Pablo se refiere a otra cosa. Podemos entender a qué se refiere cuando reconocemos que la palabra traducida liberación también puede traducirse salvación.  la salvación tiene tres aspectos en la Biblia. Tiene un aspecto pasado, un aspecto presente y un aspecto futuro.
En ningún sentido podemos pensar que Pablo dudaba de su salvación pasada; por ejemplo, él dijo: Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. (Gálatas 2:20). Sin embargo, Pablo bien sabía que su salvación presente - es decir, el proceso de madurez y de servicio al Señor - seguía en pie. Pablo sabía que el proceso de su liberación del pecado y su servicio al Señor continuaban, y que lo que le sucedía contribuía a esto. Nos damos cuenta, entonces, de que el resto del pasaje se refiere a la vida del cristiano, la persona que, habiendo sido salvada de la pena del pecado, ahora está en el proceso de ser salvada de la presencia del pecado en su vida. Esa salvación viene sólo por medio de Cristo. Y así como Cristo es quien nos ha salvado del pecado, también es por Cristo que podemos seguir siendo salvados en nuestra vida presente. Si tenemos a Cristo en nuestra vida, podemos vivir en libertad. AMADOS RADIOESCUCHAS  Tenemos dos fuertes razones para vivir en libertad:

Quizás MI AMADO OYENTE tú dirás: Eso no me suena a liberación; eso parece más bien ser una nueva clase de esclavitud. Pero piénsalo un momento: ¿Cuántas personas viven sin saber cuál es su propósito en la vida, frenéticamente corriendo del placer al trabajo al hogar, buscando en algún lugar encontrar su razón de vivir?. Pablo nos da otra perspectiva en el verso 20. Dice: Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. Tras las rejas de la cárcel, Pablo tenía libertad - porque sabía que con Cristo como su Señor, todo tenía razón y él tenía un propósito que nadie podría quitarle - el propósito de exaltar a Cristo. Pero para eso, él mismo tuvo que soltar muchas otras cosas. Pablo tenía grandes razones para sentirse orgulloso. El había estudiado con los mejores maestros religiosos del judaísmo. Tenía buenas conexiones, se había esmerado en observar su religión, y tenía una educación que abarcaba la mejor literatura de su día.
Sin embargo, él mismo nos dice que, para él, todas estas cosas son como deshechos a comparación con la grandeza de conocer a Cristo. Pablo podría haberse establecido en alguna posición elevada en el judaísmo, pero para eso tendría que negar a Cristo. Prefirió sacrificar todos sus logros y toda su preparación para servir al Señor.
Si queremos conocer verdadera libertad en nuestras vidas, tenemos que dejar atrás las cosas que nos estorban. Tenemos que sacrificar aquellas cosas que nos impiden el exaltar a Cristo completamente en nuestras vidas.
No sé cuál sacrificio tengas que hacer tú. Quizás no te encuentres encarcelado por los comunistas, pero habrá otras cosas que tendrás que sacrificar por Cristo. Quizás tendrás que sacrificar a tu familia. Puede ser que ellos te exijan que rechaces esa nueva religión, y perderás su amor. Quizás tendrás que sacrificar alguna distracción o pasatiempo que te estorba en seguir a Cristo. Quizás tendrás que sacrificar alguna ambición que choca con el plan de Dios para ti. En cualquier caso, si quieres vivir con esa gloriosa libertad que menciona Pablo, tendrás que sacrificar algo. Tendrás que quitar, como lo hace un cirujano, cualquier tumor en tu corazón que desplaza a Cristo.
Pablo podía decir que, para él, morir era ganancia. Incluso se le hace imposible decidir cuál es mejor: seguir viviendo en el mundo, donde puede serle útil al Señor, o ir para estar con el Señor a quien tanto ama y sirve. Obviamente, Pablo no estaba contemplando el suicidio. Si amamos a Dios tanto que queremos apurarnos para llegar al cielo, también lo amaremos tanto que estaremos dispuestos a esperar hasta que él nos llame. Pero para muchos de nosotros, el peligro está en la otra dirección. Lejos de estar deseosos de ir al cielo, nos parece más castigo que premio. ¿Qué es lo que llamaba a Pablo al cielo? Era la presencia de Cristo. Nos dice el 23: Deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor. Si tenemos algún concepto del cielo, quizás nos imaginamos calles de oro y ángeles con arpas cantando. Estas imágenes sirven para ilustrar la grandeza y la belleza del cielo, pero la verdadera atracción en el cielo será la presencia de Cristo Jesús allí. Si no hemos aprendido a amar al Señor estando aquí en la tierra, entonces, ¿qué razón tendremos para querer ir al cielo? Alguien ha dicho que Dios nos da lo que nosotros queremos. Si lo que queremos es estar con él más que nada, entonces tendremos ese deseo al morir. Si lo que deseamos es pecar, entonces también él nos da ese deseo; pero no debemos de pensar que podremos entrar al cielo de ese modo. Un doctor cristiano cuidaba a su paciente, que le pedía detalles del cielo. En eso, se oyó un sonido a la puerta. El doctor le dijo a su paciente: ¿Oye usted ese sonido? Es mi perro. Lo dejé afuera, pero me ha seguido aquí al consultorio. Aunque nunca ha entrado aquí, él sabe que estoy acá, y quiere estar conmigo. Así es con el cielo. Dios no nos ha descrito con lujo de detalles cómo será la vida en el cielo. Más bien, nos dice que él estará allí - y si le amamos, eso nos basta. Eso nos da razón para seguir luchando, para seguir viviendo para él en este mundo, porque sabemos lo que tenemos al final del camino.
¿Vives atrapado por la duda, la inseguridad, la preocupación? Puedes tener libertad - pero sólo si estás dispuesto a soltar las cosas que te tienen atrapado. Disponte desde hoy a exaltar a Cristo con tu vida.Tendrás que sacrificar algunas cosas - quizás amistades, placeres, el lujo de vivir como quieras. Pero te ganarás mucho más. Tendrás el incomparable gozo de conocer la presencia de Cristo en tu vida, y sabrás con seguridad qué es lo que te espera. No hay mejor vida que esa.
AMEN Y AMEN
Padre eterno, Espíritu Santo, Jesús de Nazaret Señor lávanos con tu sangre preciosa y límpianos con tu poder, convierte a cada uno de nosotros en esa pieza de lujo que tu quieres manejar, ayúdanos a soltar esas cosas que nos quitan la liberación, que nos impiden seguir  de mejor manera tus caminos, que tengamos la fe y la esperanza viva que detrás de esas puerta del sacrificio tu nos estas esperando , señor danos dominio propio para poder  realmente evangelizarnos nosotros MISMOS, Y podamos   servirte y agradarte, llevando paz y bendiciones a los hogares , a nuestros lugares de trabajo, a los liceos,  escuelas, centros educativos en general, a las fabricas, a  cualquier institución donde estemos laborando, en el hospital , en la cárcel en cualquier rincón donde estemos, para cumplir con tu mandato Padre eterno , gracias por este  mensaje , señor que esperamos  que cada uno de los radioescuchas tu mi dios les haya hablado. Vamos a una pauta musical y regresamos con la mensajería de texto.
ORACION GENERAL:
Por las iglesias. Padre de la gloria estamos delante de tu presencia, colocando en tus manos todas las congregaciones de tus siervos, señor en este momento todos los pastores están en tus manos, úngelos señor ayúdalos padres suple sus necesidades y comprende sus vicisitudes, guíalos señor  para que cada día ellos lleven tu palabra tal cual tu quieres, mira a tus ovejas padres, tu eres el buen pastor  haznos comprender que no existe la iglesia perfecta, que nos podamos soportar unos a los otros , que soltemos esa moneda para que el jarrón salga, para que tengamos plenitud de gozo, Dios mío mira el enfermo, ministra sobre ellos y ellas sanidad divina , que sientan en estos momentos el calor de tu amor señor para que la enfermedad en su nombre abandone tu cuerpo , para que los espíritus y demonios  salgan de allí, por el poder de la palabra en el nombre de Cristo Jesús declaramos libertad, y sanidad, ,Padre colocamos delante de ti a todos aquellos radioescuchas que por diferentes razones no te tiene, aquellos que oyen tus palabras mas no la escuchan, para ti que en este momento oyes el programa el poder de la oración, no, no te vayas a la cocina, no te vayas a la sala , es contigo, Dios te está llamando, atiende el llamado porque  te puedes quedar sin línea, sin cobertura, hoy es el día. Mis queridos oyentes no convertidos Dios es maravilloso, el toca a tu puerta y llama en esta mañana. Atiéndelo, el señor los bendiga amen y amen.