sábado, 27 de julio de 2013

Tranquila Yo Pago

TRANQUILA YO PAGO
En un reino pequeño, el Rey era reconocido por ser un hombre justo y compasivo; en aquellos tiempos se había establecido una ley muy especial, y el castigo por violar esta ley era recibir 40 azotes. El reo que tenía que ser azotado era atado a una columna donde se le descubría toda la espalda y el ejecutor desde una distancia segura lo azotaba con un azote de cuero que tenían en las puntas unas pequeñas bolitas de metal recubiertas con púas y al tirar el azote las bolitas se incrustaban arrancando la carne. Por lo general, una persona con un estado corporal débil moría antes de que finalice el castigo. Mientras que las personas con estado corporal fuerte sobrevivían pero terminaban con toda la espalda desgarrada, hasta el punto de verse los huesos. Un día la madre del Rey fue quien cometió ese delito, fue juzgada y sentenciada. Por este hecho surgieron dos tipos de opiniones entre el pueblo. Unos decían: El Rey es justo, va a dejar que su madre reciba el castigo por el delito, otros decían: Como el Rey ama a su madre y la va a perdonar. Llegó el esperado día del juicio en donde todos los ciudadanos se juntaron en la entrada del palacio para ver cuál iba a ser la decisión del Rey. El Rey estaba presidiendo el juicio y cuando presentaron las pruebas en contra de su madre, tuvo que dar la sentencia: Aten a esta pecadora en la columna, dijo. Por un lado los ciudadanos decían: el Rey, si es justo, y por otro lado hablaban mal acerca del rey: ¿Cómo es posible que vaya matar a su propia madre? Mientras los soldados llevaban a la madre hacia la columna, el Rey se levantó en silencio, se sacó su corona y empezó a desvestirse, bajó y caminó hacia donde estaba su madre quien temblaba de miedo. La abrazó por su espalda quedándose con ella y dijo: ¡Azoten a esta pecadora! El verdugo al ejecutar la orden, ¿A quién creen que golpeo? Fue el Rey quien recibió el castigo, porque a pesar del delito cometido no podía dejar que ella recibiera el castigo. El Rey amaba de gran manera a su madre, pero también debía ser justo al mismo tiempo. Lo único que Él podía hacer era recibir el castigo en lugar de ella. Esta historia se asemeja al gran amor y la justicia de Dios, al estar sentenciados a un castigo eterno, El bajó de su trono en forma de hombre para ponerse en nuestro lugar como lo dice: Isaías 53:5 Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz, fue azotado para que pudiéramos ser sanados. Merecíamos la muerte por nuestros pecados pero a cambio Cristo pagó el precio y con ello nos da paso a tener una relación íntima con Dios, y de disfrutar las bendiciones que él ofrece. ¡Tenemos un valor incalculable, porque valemos la sangre de un Rey! Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

¿CUAL ERA EL AGUIJÓN DE PABLO?

¿CUAL ERA EL AGUIJÓN DE PABLO?

Bienvenidos a su segmento Curiosidades bíblicas.

En esta semana tenemos un tema tan interesante como todos los que tocamos en este segmento. El tema surge de la pregunta al respecto al aguijón de Pablo.

Primeramente leamos lo que dice la Biblia en 2 Corintios 12:7-10

Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.

Sobre el aguijón mencionado en el texto bíblico que hemos leído (2 Cor. 12:7-9), se han ofrecido incontables explicaciones concernientes a la naturaleza de ese aguijón de Pablo en la carne.

Esas explicaciones van del rango desde una tentación incesante, inflexibles oponentes, enfermedades crónicas, como malaria, migrañas, epilepsia, problemas del habla y problemas oculares.

Primeramente, definamos el vocablo aguijón.

El aguijón es el Órgano puntiagudo y penetrante que tienen en el extremo del abdomen los escorpiones y ciertos insectos, como las abejas y avispas. También en sentido figurado se refiere a un estimulo para hacer algo. También se le llama así al instrumento puntiagudo que se utiliza para estimular a los animales de carga.

De manera que Pablo utiliza un el vocablo aguijón en sentido figurado, destacando que para el es un tormento, algo que le es molesto a él para servir a Dios en el ministerio de manera mas eficiente, según el creía.

Creemos que el aguijón que Pablo menciona era un problema físico crónico y debilitante, que le obstaculizaba en su trabajo. Es muy probable que este problema físico consistiera en un problema ocular, de conformidad con lo señalado por él en Gálatas 4:13-15, que dice: “Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos”

Notemos que el mismo Pablo menciona que tenia una enfermedad del cuerpo, por lo cual desechamos la teoría de que era un problema de orgullo o un demonio que lo atormentaba. También tenemos que ver el trasfondo del verso 15, mencionando que los gálatas estaban dispuestos a intercambiar ojos para que Pablo continuara con su labor de manera mas eficiente.

Además, en Gálatas 6:11, Pablo dice: “Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano”; con esto, debemos señalar que Pablo a menudo utilizaba los servicios de un amanuense o escribiente, debido a su problema de visión; sin embargo, trata de escribirle con su propia mano para darle autenticidad a sus señalamientos.

¿De donde provino esa enfermedad? Muchos atribuyen que esa enfermedad es surgió cuando fue interceptado por la luz resplandeciente de la presencia de Jesús, camino a Damasco, mientras perseguía a la iglesia. Ciertamente, los fuertes rayos ultravioletas que provienen de la gloria de Dios, porque la gloria de Dios y el cordero es una lumbrera (Apoc. 21:23); estos fuertes rayos provocaron ceguera a Saulo (Hechos 9:3-8). Es probable que Dios dejara alguna deficiencia, después de que Ananías orara por Saulo para quitarle la ceguera.

PROPOSITO DEL AGUIJON.

La permanencia de esta enfermedad, aun siendo Pablo un fiel testigo de los milagros y las sanidades que Dios había hecho a través de él, este aguijón tenia el propósito de mantener a Pablo en humildad. Cualquiera que haya tenido un encuentro con Jesús y le haya hablado y haya sido comisionado por Él (Hechos 9:2-8) podría, en su estado natural, volverse “engreído” por este increíble encuentro. Pablo era una persona muy autosuficiente, ni siguiera le gustaba pedir o ser mantenido (1 Tes. 2:9 y 2 Tes. 3:8); incluso, se dedicaba tenia su profesión para no tener que recibir el sustento de parte de otros (Hechos 18:3). También, su mismo carácter autosuficiente lo llevo a separarse del compañero ministerial que Dios le dio (Hechos 15:36-39). Sin duda que este aguijón lo mantuvo humillado, recordándole su necesidad de mantenerse en contacto directo con Dios y beneficiar a todos los que estuvieran a su alrededor, por medio de lo que vieran que Dios hacia en su vida.

SOBRE EL MENSAJERO DE SATANTAS. Pablo consideraba como un mensajero de Satanás; lo cual no descalifica la teoría de la enfermedad, ya que Dios permitió que Satanás atormentara a Job (Job 1:1-12), Dios permitió a Satanás atormentar a Pablo para los propios buenos propósitos de Dios y siempre dentro de Su perfecta voluntad.

Aunque Dios no le quito la aflicción física, le prometió demostrar su poder en él. el hecho de que el poder de Dios se muestra en gente débil debiera darnos valor. Si reconocemos nuestras limitaciones, no nos sentiremos orgullosos de nosotros mismos. Al contrario, nos volveremos a Dios, buscando el camino para ser más efectivos. Nuestras debilidades no solo nos ayudan a desarrollar nuestro carácter cristiano, sino que también profundizan nuestra adoración, porque al afirmar nuestras debilidades, afirmamos la fortaleza de Dios.

Ministro HILARIO BALIO

lunes, 13 de mayo de 2013

ENGAÑOSO Y PERVERSO ES EL CORAZÓN DEL HOMBRE.



Dice la palabra de Dios en Jeremías 17:9: 9 Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?   En Mat 15:18 dice; Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre .Prov. 23:7 Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.
 Somos lo que pensamos y actuamos lo que pensamos. Alguien dijo alguna vez si quieres cambiar tus resultados, cambia tus acciones, si quieres cambiar tus acciones cambia tus pensamientos y si quieres cambiar tus pensamientos guarda tu corazón. Nada puede salir sin antes haber entrado. Cuando el proverbio nos dice guarda tu corazón nos está diciendo cuida lo que entra en tu corazón, cuida de que no entren los pensamientos equivocados. A veces nos hemos acostumbrado o rendido ante pensamientos que no son los pensamientos que vienen de Dios. Dice la palabra en Filp 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.  Amados  y amadas ,No podemos evitar que las aves vuelen por encima de nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan su nido…. No podemos evitar que los pensamientos equivocados toquen la puerta de nuestro corazón pero si podemos evitar abrirle la puerta.  En la Biblia siempre hemos encontrado un llamado a Examinar nuestro Corazón.  ¿Porque? La Palabra lo establece, dice el Corazón es Engañoso y perverso. Si la Biblia lo dice no hay para dónde agarrar es así es “Engañoso y Perverso.” Nos podríamos preguntar    ¿Que es el Corazón?
Secularmente decimos  que El corazón es el principal órgano del sistema cardiaco y uno de los más importantes del ser humano. Es un órgano muscular, responsable de recibir y bombear la sangre para que ésta circule por todo el cuerpo. Bíblicamente,  se dice de la palabra Corazón, que es  el término que se usa figuradamente para designar el centro, la totalidad o Esencia de todas las cosas o Actividades. En particular se refiere a personalidad del Hombre.
El nuevo Testamento da una explicación  psicológica y espiritual, más detallada que la del Antiguo Testamento, dice que es el asiento o la fuente de los sentimientos, deseos, esperanzas, motivos, Voluntad y percepciones intelectuales.  Quiere decir que la intención del Hombre es mala por Naturaleza. Dice: “ENGAÑOSO y PERVERSO”    Engañoso= mentiroso.    Perverso= Corrupto y Malo.    Siempre nuestro Corazón, nuestros deseos, nuestros motivos nos van a impulsar a llevar una vida de mentiras y corrupción. Siempre vamos a tratar de  Corrompernos. Porque esa es  nuestra Naturaleza. Dice la palabra en Proverbios 4:23: Sobre toda cosa guardada, guardemos nuestro corazón porque del mana la vida.
    ¿De dónde viene esta TENDENCIA de querer corrompernos? De Adán y de Eva.    Siempre será nuestra naturaleza la de tratar de Ocultar, de Engañar, mentir, por eso el hombre trata de acercarse a DIOS, mediante o a través de la RELIGION, y ¿Que es la Religión? Son las formas que el hombre inventa para allegarse, acercarse a DIOS y así auto- engañarse.  Es tan malo nuestro corazón que la biblia dice en Mateo 7:21: “porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los Adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los Hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. “Hermanos  y queridos radioescuchas    ¡¡¡TODO SALE DEL CORAZON!!!   ¿Y quiénes tienen Corazón? 
   ¿Los que no son cristianos tienen estas Características únicamente? Noooooooo. Todos los seres Humanos, tenemos esas tendencias a la maldad, al Engaño, a la perversión.    Ahora hay algo importante que aclarar, yo puedo Engañarme a mí mismo ó Engañarlo a Usted, pero a Dios quien los Engañara .¿QUIEN?. Nadie    Daniel 2:22 dice: “El revela lo profundo y lo escondido. Conoce lo que esto en tinieblas, y con él mora la luz.”    Quiere decir que él conoce la intención de su corazón, y allí está el detalle de lo que DIOS mira: la INTENCION DEL CORAZON. Yo no sé porque usted está oyendo en este momento el programa, pero DIOS si lo sabe. Dios sabe si usted  o yo  queremos engañar  o  queremos llevar su verdad, él sabe si nosotros de forma  sincera lo hemos  buscado. Pero de algo si estoy seguro Dios conoce lo oculto y lo escondido, no hay nada oculto que DIOS no traiga a la LUZ, todo lo que el hombre sembrare eso también segara. Sembremos siempre una vida de HUMILLACION, QUEBRANTAMIENTO, y OBEDIENCIA para que nos vaya bien.   La Palabra clave en este asunto es la que está en Hebreos 4:12 “Discierne los pensamientos y las intenciones del Corazón.” Mis amados hermanos mis amadas hermanas, mis queridos amigos; Una cosa son los pensamientos y otra la intención del CORAZON. Uno es lo que se mueve en mi mente y otro lo que hare con esos pensamientos. Hacia dónde está mi deseo, mi anhelo eso lo sabe DIOS, lo conoce el.  
 Hebreos 4:13 dice: “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todos las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”    Así que no tenemos para dónde agarrar, si hay cosas ocultas en nosotros tenemos que confesarlas. En la Confesión hay liberación. Cuándo confesamos    Admitimos,   Aceptamos,    Reconocemos,   Declaramos, y manifestamos. La Confesión y el Arrepentimiento van Juntas y deben ir juntas.   Arrepentimiento proviene de la palabra Griega Metanoia que significa “Cambio de Actitud o de Propósito en la Vida.” No es penitencia. Es el dolor, el pesar por el estilo de vida que Usted  o yo hemos  venido llevando hasta HOY.  Confesión y Arrepentimiento actúan JUNTAS, van de la mano. No puede haber arrepentimiento sino hay confesión, y no puede haber Confesión sin un genuino y autentico arrepentimiento.
    Escuche déjeme decirle Hoy, si usted  está  Buscando a Dios lo va a conseguir, si Usted está buscando a DIOS lo va a encontrar, pero de algo estoy seguro si usted no es sincero con Usted mismo, jamás podrá encontrar lo que busca, ni recibir lo que usted necesita.  Dios puede cambiar su corazón en un instante y hacer de usted una nueva criatura. Lo Hizo con Saúl cuando fue llamado y ungido para a el Reinado de Israel. En un momento fue cambiado y entro en el mundo del Espíritu de DIOS y comenzó a profetizar que aún las gentes de Israel se asombraban., hasta quedar un dicho entre ellos que decía: ¿También Saúl entre los profetas?  Óigame amigo, si tú, tú mismo que estas manejando el taxi, si usted misma que está en los quehaceres del hogar, usted hermana y hermano que esta apartado, escuche  En un Soplo, en un instante, en un tris su VIDA puede cambiar para siempre si viene con arrepentimiento y confesión del Corazón.   El Señor dice Hoy: “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne.” “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestro carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.”(Ezequiel 11:19; 36:26). Venga a Él Hoy, renuncie a todo lo que le ata, lo que lo oprime, lo corrompe, le roba la paz. Dígale ven a mi Corazón hoy y cámbiame en este preciso momento, en un instante muda mi corazón y dame Pasión por tu Hijo Jesucristo hágalo Hoy y su vida cambiara para siempre. ¡¡¡Aleluya!!!
Mis queridos y amados radioescuchas, Con paciencia y búsqueda permanente de la voluntad de Dios, podemos cambiar nuestro corazón , Escúchame hoy mi querido amigo , mi querida amiga ,si tú aun  no tienes al señor sembrado allí en tu corazón y  quieres entrar al mundo maravilloso de Jesús, ábrelo hoy mismo ,transforma tu vida , doblega ese orgullo y repite estas palabras conmigo, señor Jesús hoy me arrepiento de toda esta vida pecaminosa que he llevado, me arrepiento de llevar esa vida miserable sin tu presencia, hoy yo te confieso mi señor y te suplico que cambies mi corazón , que quites ese peñasco de mi pecho e insertes un corazón henchido de humildad padre ,inscribe  mi nombre en el libro de la vida con letras muy grandes en tinta de oro mi señor, porque yo quiero estar contigo por los siglos de los siglos. Porque yo quiero sentir tu presencia, con los latidos de mi corazón  durante mi estadía en la tierra, porque ya me canse de sentirme perseguido, agobiado, padre quiero tu paz. Séllame con tu espíritu. Par seguir tu propósito  señor.
Si tú has hecho esta oración de Fe ya eres salvo, ya tienes a partir de hoy un nuevo corazón, hermano te  recomiendo que busques una iglesia evangélica que este cerca de tu residencia para que te congregues y lleves una vida devocional con Dios.

lunes, 29 de abril de 2013

Eres lo que piensas


Eres lo que piensas

Dios está interesado en tu mente y tus pensamientos. ¿Sabes por qué? Porque lo que pensamos tiene un gran impacto en cómo actuamos. Eres lo que piensas. Por lo tanto cuanto más sanos y verdaderos sean tus pensamientos más sana será toda tu vida. Pero cuánto más fatalistas, negativos y negros sean tus pensamientos más te enfermarás.
¿Por qué te deprimes? Porque más allá de las situaciones que hayas vivido, piensas en todo lo triste, lo doloroso y lo que está mal. Te ves a ti mismo como víctima y sufres.
¿Por qué mantienes el rencor y la falta de perdón? Porque piensas una y otra vez en lo que te han hecho, y cuánto más lo piensas más herido te sientes y mayor es tu enojo y deseos de vengarte.
¿Por qué fracasas cuando emprendes alguna actividad? Porque piensas que no podrás hacerlo bien, que no eres suficientemente capaz, o que a otros les irá mejor que a ti.
¿Por qué te aíslas de la gente y te encierras en ti mismo? Porque piensas que todos son unos falsos, que no se puede confiar en nadie, o bien, que no volverás a permitir que nadie te lastime.
¿Por qué sientes que Dios está lejos y no te escucha? ¡Porque es lo que piensas y sientes!
Pero todos los ejemplos anteriores tienen algo en común: son mentira. Son pensamientos mentirosos que te mantienen atado, paralizado, frenado y dando vueltas en círculos.
Pensar correctamente es vital para vivir correctamente y tener éxito en todo lo que emprendas. Pensar correctamente es pensar como Dios piensa. Es funcionar de acuerdo a los pensamientos de Dios.
Cuando piensas correctamente, las decisiones que tomes respecto a cada área de tu vida serán buenas, y aún si te equivocas podrás corregirlo y volver a empezar.
Dejarte guiar por Dios y su forma de pensar es la mejor decisión que tú y cualquier persona puede tomar.
Para pensar sabiamente tienes que pensar como Dios piensa. ¿Y cómo piensa Dios? Lee su Palabra y lo descubrirás. Pero te doy algunos ejemplos: Dios piensa en que todo es posible, Dios piensa en sanidad, Dios piensa en gozo, Dios piensa sin miedos, Dios piensa en abundancia, Dios piensa ideas originales y creativas, Dios piensa en fe, Dios piensa en avance, crecimiento, multiplicación.
¡Anímate a pensar como Él!
¿Qué tipo de decisiones crees que toman las personas que piensan como Dios piensa?
¿Qué situación enfrentas actualmente en la que necesitas aprender a pensar como Dios piensa para encontrar la mejor solución? Por Edgardo Tosoni

lunes, 15 de abril de 2013

No Deje Que Jesús Pase, Deténgalo.


                                             No Deje Que Jesús Pase, Deténgalo.
En nuestras vidas nunca sabemos cuántos milagros vamos a necesitar. Un milagro no es la suspensión de una ley natural sino la implementación de una ley superior.
Una vez, un gran hombre de Dios declaró que los milagros pasan cerca de nosotros todos los días. Y yo estoy aquí  para decirle que ya es hora de que esto cambie. Es tiempo de que los milagros dejen de pasar cerca de nosotros y se comiencen a manifestar en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestras familias, en nuestros negocios o trabajos, en nuestras iglesias y en nuestras comunidades. Llegó el momento de que esperemos milagros todo el tiempo, que estemos a la expectativa de lo extraordinario que Dios realizará… y que rechacemos la naturaleza pervertida. En Jueces 6:13, Gedeón  declaró lo siguiente: «…si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado…».Esa pregunta aún persiste el día de hoy. En la Iglesia, en general, las personas no son testigos de los milagros, tampoco los ven en su diario vivir. Entonces ¿dónde están todos esos milagros? ¿En realidad existen? ¿Acaso Dios ya no está dispuesto a intervenir en nuestras vidas?
Dios todavía es Dios  Mis hermanos y hermanas, los milagros no suceden de la nada. Usted y yo debemos provocar que se manifiesten. Debemos activarlos mediante nuestra cooperación con Dios. Sólo rindiéndonos a Él, Su poder sobrenatural se manifestará a nuestro favor e invalidará las circunstancias naturales que enfrentamos en esta vida.
En Gálatas 3:5 leemos: «Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?». En otras palabras, Dios es el único que nos provee de Su Espíritu, y Su poder sobrenatural aún se encuentra realizando milagros entre nosotros.  Amados usuarios y usuarias  El término Dios  significa: “Aquel que debe ser adorado por tener habilidades sobrenaturales”. Profundicemos un poco más, y descubramos qué quiere decir la palabra sobrenatural: “Lo que va más allá de la ley y del poder natural”. Así que nos referimos a Quien debe ser adorado por tener habilidades que van más allá de la ley y del poder de este mundo natural en el que vivimos. Por esa razón, la Biblia se encuentra llena de escrituras como Mateo 19:26, en la cual leemos: «…Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible». Lucas 1:37: «porque nada hay imposible para Dios». Marcos 9:23: «Si puedes creer, al que cree todo le es posible».  La mayoría de personas en nuestro mundo escogen vivir por sus propios recursos limitados e intentan vivir a su manera, y no desean depender de Dios. Sin embargo, como creyentes, al momento que decidimos ser cristianos, fuimos llamados a vivir en el reino donde todo es posible. Dimos un paso de lo imposible para el ser humano (el reino natural), a lo posible con el Dios todopoderoso (el reino sobrenatural).Es maravilloso que hayamos tomado ese paso; mas según lo que estudiaremos, existen cosas que necesitamos saber, y recordar  de manera continua; si queremos andar en  este ámbito milagroso con el Señor. Debemos permitirle ser Dios sobre nuestra vida. ¡No retenga su paz!  Para comprender cuán importantes somos,  veamos un milagro que se encuentra en Lucas 18, comencemos con los versículos del 35 al 39.Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando; y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello. Y le dijeron que pasaba Jesús Nazareno. Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Primero observe que el hombre ciego estaba mendigando. Si no aprendemos a rendirnos al poder de Dios, Satanás hará que durante el resto de nuestra vida mendiguemos. Y esto no debe ser así, pues nuestro Padre ya preparó cada provisión en el cielo y en la Tierra para que no tuviéramos que mendigar ni un día de nuestra existencia. Sinceramente, yo comparo a este ciego con  muchos cristianos que no conocen los derechos de su pacto; y como resultado, permanecen en la posición de un mendigo.  “¿Acaso no deseas sanarme, Dios?”.
Y ésa no es nuestra posición en el pacto de sangre. Dios mismo nos declaró que debíamos recordarle Su pacto (Isaías 43:26), y demandar Su poder. Tenemos el derecho a vivir en sanidad, prosperidad y que nuestros hijos anden en los caminos del Señor, ¡pues poseemos un pacto! Cuando el hombre ciego escuchó toda la conmoción de la multitud que pasaba, él gritaba para saber qué estaba sucediendo. ¿Qué le respondía a la gente?“¡Jesús de Nazaret está pasando por aquí!”. Mi amigo, mi hermano, Jesús pasa todos los días , a nuestro lado. De hecho, si usted es cristiano, Él se encuentra en su interior ahora mismo. No obstante, si deseamos un milagro es necesario que actuemos. Debemos cumplir nuestra parte. En este caso, el hombre ciego comenzó a gritar:«…¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!...».Después de suplicarle a Jesús; observe la reacción de las personas que se encontraban a su alrededor. En el versículo 39 leemos que las personas lo reprendían y le decían que se callara. Ahora, así como en aquel entonces, las organizaciones religiosas han tratado de mantenernos alejados de los milagros. Y lo sé, pues a mí me sucedió. Las tradiciones religiosas me mantuvieron lejos del bautismo del Espíritu Santo y de la sanidad. Quizá éstas me mantenían alejado del infierno; sin embargo, muy alejado del cielo también.
Entonces tenemos a un hombre ciego que “vio” su milagro pasar; no obstante, los  religiosos no podían verlo. Sus ojos naturales no se los permitían; sin embargo, el hombre ciego lo vio claramente en su espíritu, con los ojos de la revelación. Y lo que él vio, los religiosos se lo negaron. Pero esto no lo detuvo, él gritó más fuerte, y con más intensidad.
Hemos visto que el hombre ciego cumple su parte en este milagro, ahora estudiemos qué hace Dios:
Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó, diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista. Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado. Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.
—Lucas 18:40-43  En medio de una multitud ruidosa, Jesús escuchó una voz distinta: la voz de la fe. Cuando la escuchó,  se detuvo. Jesús no ha  cambiado, Él es el mismo (Hebreos 13:8). Cada vez que Él escucha la voz de la fe, se detiene. Cuando alguien habla en fe, llama Su atención. Él debe detenerse, pues se encuentra bajo órdenes divinas. La voz de la fe demanda Su poder.
Entonces una vez que pedimos que el poder de Dios se manifieste, Jesús se detiene… pero ahora vea lo que Él hace: «…Jesús entonces, deteniéndose, mandó…». Cuando pedimos algo, Dios da una orden a nuestro favor. Él libera poder sobrenatural para cambiar las situaciones naturales y pervertidas, provocando que éstas se alineen con lo que creemos. Su poder se somete a nuestra fe. Como ve, Dios mismo se ha dispuesto para que nuestra fe lo controle a Él, así como también a todos Sus recursos en el cielo. Usted y yo tenemos la habilidad de lograr que Dios y todo el cielo obren; en cualquier momento: en el supermercado, en el carro, en la casa, en el patio o en el trabajo.
Por tanto, Jesús no pudo ir a ningún lado ese día, ni realizar nada más; sino hasta después de que respondió a la voz de fe que clamaba por Él.
Sólo reciba  .Después de que el ciego fue traído delante de Él, le preguntó: «…¿Qué quieres que te haga?...».  Observe que Él no dijo: “Permíteme ver qué puedo hacer por ti”. O “Claro, deseo ayudarte, pero no te dejes llevar por la emoción”. No, Jesús no le puso límites a su petición. De hecho, los límites dependían del ciego. Entonces le pidió a  Jesús:  «…Señor, que reciba la vista…». A lo que Jesús respondió: «…Recíbela, tu fe te ha salvado». Recibir, sólo necesitamos recibir. Hoy en día, los cristianos carecen de muchas cosas, pues no reciben —y no debería ser así—. Como creyentes, tendríamos que gozar de tanta libertad, al punto que las personas sean atraídas constantemente hacia nosotros. Y ¿por qué no? Si nosotros poseemos algo que puede captar la atención de Jesús, el que obra milagros, en cualquier momento… y por cualquier razón.
Mi hermano y hermana, Jesús se detuvo en Jericó el día que Él escuchó la voz de la fe. Esa voz lo detuvo en su camino. No necesitó pensar u orar al respecto. Él no tenía opción, debía responder; pero la clave fue la fe. Jesús no utiliza Su poder milagroso al azar. Él necesita una invitación de fe. Si no la tiene, pasará de largo. Muchos milagros se han alejado de nosotros, pues aunque Jesús se manifieste entre nosotros lo hemos dejado pasar sin llamarlo con la voz de la fe que se necesita para detenerlo. ¡Deténgalo! No permita que Jesús sólo pase a su lado. Hable palabras de fe, llore, grite, hágalo con más intensidad si es necesario; pero hágalo con ¡la voz de la Fe! Y una vez que Jesús se detenga, no retroceda. No lo limite, o no se limite a sí mismo. Vaya y dígale lo que desea obtener de Él. Luego reciba. Sí, nosotros le servimos a un Dios que obra milagros, y las bendiciones del cielo se manifiestan en nosotros. Sin embargo, recibir su milagro depende de usted. Por tanto, no permita que Jesús pase de largo. ¡Deténgalo!

Amigo, amiga tu que  no tienes al señor en tu corazón , tú que aun no lo has confesado , te digo que hoy es tu día , hoy es el momento, mañana puede ser tarde. Dios salva y nos da nueva vida, cambia la dirección de tu vida confía en Cristo y confiésalo hoy como tu eterno salvador, dice la palabra en Romanos 10:9,10y11 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.  Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Amigos, amigas  el cambio el rumbo de muchas vidas incluyendo la mía, pruébame dice el señor.
Si aceptaste la invitación del señor repite conmigo esta breve oración “Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea.”
Hermano, hermana si aceptaste la invitación te felicito y seas bienvenido a la familia más feliz de la tierra.
Padre eterno, Espíritu Santo, Jesús de Nazaret Señor lávanos con tu sangre preciosa y límpianos con tu poder, convierte a cada uno de nosotros en esa pieza de lujo que tu quieres manejar, para que de alguna forma y manera que solo tú conoces señor eterno, podamos   servirte y agradarte, llevando paz y bendiciones a los hogares , a nuestros lugares de trabajo, a los liceos,  escuelas, centros educativos en general, a las fabricas, a  cualquier institución donde estemos laborando, en el hospital , en la cárcel en cualquier rincón donde estemos, para cumplir con tu mandato Padre eterno , gracias por ese instructivo maravilloso que nos guía para cumplir con el gran mandamiento que nos encomendaste, el cual es predicar tu palabra y llevar a todo aquel que se había perdido, al camino de la gloria para que no se pierda  mas tenga vida eterna Amen.


sábado, 30 de marzo de 2013

LA PASIÓN DE CRISTO


LOS PADECIMIENTOS DE JESÚS - LA PASIÓN DE CRISTO

LOS PADECIMIENTOS DE JESÚS - LA PASIÓN DE CRISTO.
Vamos a dar inicio a la narración de los padecimientos de Jesús, paso a paso, comenzando desde su estadía en el Getsemaní, para que tengamos una clara percepción del costo que tuvo nuestra salvación.
Getsemaní: Era una pequeña propiedad cercada por un huerto, entre árboles frutales y varios arbustos, que se encontraba al pie del monte de los Olivos. El término “Getsemaní” en sí, significa “prensa de aceite”, y aplicándolo a la vida de Jesús en Getsemani, fue por lo que Él pasó, su alma fue totalmente procesada, desmenuzada, para que tuviera lugar la obediencia.
En Getsemani, Jesús no sólo fue tentado por el diablo, también fue probado y confrontado por Dios. En la carta a los Hebreos nos refleja este cuadro que fue difícil para Jesús.
“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruego y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia.” Hebreos 5:7.8.
En el caso de la tentación satánica yo resisto al diablo en fe confiando en la Palabra de Dios y él huirá de mí; pero ¿cómo resistimos a Dios? ¿Cómo confrontar y vencer al que todo lo puede? La oración de Jesús en el Getsemaní, consistío de dos partes:
“Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”
El ”…pasa de mí esta copa”, registra el deseo de Jesús, el cual no fue escuchado por el Padre, el “…pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”, registra el total quebrantamiento, y el acceso de la voluntad de Jesús en obediencia al Padre.
Esta segunda etapa es la que registra el escritor de los Hebreos cuando escribe: “... fue oído a causa de su temor reverente.” Esto fue lo que Dios escuchó de Jesús, y tomó en cuenta en la oración, porque estaba en sus designios. Lucas 22:42. Hebreos 5:7.8.
Ser confrontado por Dios no es cosa fácil. Él, en su mayoría, te va a pedir que hagas lo que no quieres hacer, y que dejes de hacer lo que te gusta hacer. El encuentro con Dios y su voluntad produce grandes conflictos en el alma, que nos llevan a intensas agonías, teniendo luchas internas que sólo nosotros podremos librar.
En lo personal, he aprendido que cuando soy confrontado por Dios, siempre tomo la mejor decisión, ceder mi voluntad a la suya. Por mucho que me duela desprenderme de las cosas, entiendo que nada en este mundo tiene tanto valor como el hacer la voluntad de Dios.
El Getsemani era un lugar donde Jesús frecuentaba para orar (Lucas 21:37. Juan 18:2). En la mayoría de los casos, Él lo hacía solo, dejaba a sus discípulos al pie del monte de los Olivos y entraba al huerto de Getsemaní a orar.
El día que Jesús fue entregado y tomado en manos del Sanedrín, fue tan decisivo que Él no subió solo al huerto, sino que tomó a tres de sus discípulos para que estuviesen cerca de Él, e intercedieran con Él.
Cuando Jesús expresa: “¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?” (Mateo 26:40), señala la necesidad que tenía de una intercesión a causa de su agonía; Él se sentía solo, quizás un poco confundido totalmente turbado y angustiado, por todo lo que le sobrevenía. Comenzó a sentir una agonía psíquica hasta el punto que exclamó: “Tengo una tristeza que me está causando la muerte.” Así lo expresa el texto original. El término agonía del griego es “Agonia”, que indica una extrema tensión emocional y angustia. Lucas 22:44.
Según algunos historiadores, Cristo oró en la forma más humillante, como lo hacía todo judío, se postraba sobre sus pectorales y su rostro en tierra, tanto fue el sufrimiento producido por esta agonía, que la Biblia describe su sudor “Como grandes gotas de sangre”.
Cabe resaltar y tomar en cuenta, que el término utilizado para “gotas de sangre”, es thromboi-haimatos, que indica una sangre espesa, coagulada. La historia médica registra algunos casos, en los que la intensa agonía mental se ha visto acompañada de la transpiración de sangre, producida por la ruptura de vasos sanguíneos como consecuencia de la presión sanguínea por una subida de tensión.
Esta sudoración de sangre, es efecto de una reacción por la sangre que se retira del corazón en casos de extremo pavor; al agudizarse el clímax de la agonía por el conflicto mental, la sangre se viene en tremendo rebote hacia la periferia, haciendo saltar las plaquetas y colándose, finalmente, a través de la epidermis, para producir así la sudoración de sangre, conocida en términos médicos como “Hemohidrosis” o “Hematridosis”.
Sin lugar a dudas, esto, clínicamente, pasó en la vida de Jesús, hasta el punto que sólo Lucas registra tal acontecimiento como médico (Lucas 22:44). Era tanta la agonía por la que Jesús pasó, que en medio de ella Dios tuvo que enviar a un ángel para confortarle. El término confortar indica: Darle ánimo a alguien que está a punto de claudicar en una misión que se le ha encomendado. Confortar indica dar asistencia para recobrar fuerzas.
Así podemos deducir que la aflicción y la agonía de Jesús eran tan intensas, que si Dios no envía al ángel para confortarle es posible que Jesús no hubiese podido superar la prueba.
La soledad es uno de los más grandes enemigos para alcanzar el éxito, Jesús en el Getsemaní no pudo ser asistido por el Espíritu Santo, no tuvo apoyo de la deidad ni siquiera sus discípulos intercedieron por Él, estaba solo en total abandono. Dios en ese momento fue el enemigo de su voluntad al ser confrontado por Él. Jesús sabía que la mejor opción era ceder su voluntad a la del Padre. Sólo así fue librada su alma.
La traición.
Judas fue uno de los discípulos que estuvieron con Jesús, fue en quien más confiaba, hasta el punto que se le entregó la responsabilidad del tesoro (Juan 12:4-6) lo llamó amigo término que en griego indica camarada, y tiene que ver con sociedad, con intimar, entrega, confianza, bondad, uno que comparte tus cosas incluyendo tu recámara. Mateo 26:50.
La traición, cuando viene de un ser querido duele mucho más porque es un acto inesperado; sólo los que han pasado por la traición pueden entender lo duro que fue esto para Jesús (Salmo 41:9) y cómo esto se aunó a sus aflicciones.

El juicio de los hombres
Después de pasar por el Getsemaní y la traición de uno de sus discípulos, fue sometido al juicio de los hombres, al momento de la aprehensión, fue llevado ante el Sumo Sacerdote, sufriendo el escarnio y la burla de los hombres; fue golpeado en el rostro, sometiéndolo a ciertos interrogatorios en forma despectiva. Es de señalar que esto fue durante toda la noche. Al día siguiente en la mañana, fue llevado ante Pilatos quien lo interrogó para luego remitirlo a Herodes, quien también lo interrogó haciendo burla de él y más tarde lo regresa a Pilatos, sometiéndolo a una caminata que agravó su estado físico por el excesivo agotamiento trasnochado, con sueño, con hambre, con sed. Pilatos lo toma y lo presenta al pueblo después de mandarlo a azotar, posteriormente se decide liberar a Barrabás y crucificar a Jesús. Mateo 26:57.68. Marcos 14:53.65. Lucas 23:1.12.
La práctica de la flagelación.
Según la ley, ante de toda crucifixión era obligatorio flagelar al reo, solamente se exceptuaban de estas prácticas a las mujeres, a los senadores y a los soldados romanos. El instrumento de flagelación era un látigo corto llamado “Flagrum” o “Flagelum”, con varios apéndices o correas de cuero de distintas extensiones, a los que se amarraba al final de cada uno, pequeñas bolas de hierro y/o huesos de oveja en forma intercalada.
La víctima era despojada de su ropa, sus manos eran atadas hacia arriba en un poste. Espaldas, glúteos, muslos y piernas eran flagelados por dos soldados, que colocados a ambos lados de la persona se alternaban los azotes. Debemos tomar en cuenta que quienes flagelaron a Jesús eran verdugos hombres especializados en la materia con una mente cauterizada sin estado de conciencia. Ellos tiraban el látigo hasta partir el alma de una forma indolente, el daño infligido por los azotes dependía de dónde se colocaran los verdugos.
La intención de las flagelaciones no era causar la muerte sino torturarlo para que muriera a largo plazo en la cruz, por esta causa, el verdugo debía tener buen cuidado de no aplicar el castigo en las zonas más vulnerables del cuerpo para lograr su propósito. No debía dirigirse a la cabeza, estómago, ni hígado (en el costado derecho), como tampoco a los testículos ni a los riñones. Esto indica que las flagelaciones dadas a Jesús, cayeron sobre un mismo lado de su espalda y glúteos; además, los pedazos de metal o huesos que estaban en los extremos del látigo, produjeron profundas contusiones y heridas hasta rasgar la carne al caer sobre la humanidad de Jesús.
Tomando en cuenta que a Jesús no lo flagelaron los judíos, sino los romanos, podemos deducir que no le dieron cuarenta (40) latigazos, sino ciento veinte (120), esto es, cuarenta por tres (40x3) agregado a esto, le colocaron una corona de espinas en una de las partes más sensibles del ser humano sobre la cabeza.
Las espinas tenían la propiedad de succionar la carne; además, golpeaban con una vara sobre la corona, hundiendo aún más las espinas, produciendo un intenso dolor de cabeza conocido como migraña aguda.
No conformes con esto, según lo registra Isaías 53:2, Jesús fue golpeado en el rostro por los soldados, hasta el punto de quedar completamente desfigurado, perdiendo su hermosura y su parecer. Isaías relata que todos los que iban a la cruz, escondían de Él su rostro, tal era el asombro y el espanto que les producía. (Isaías 53:3.) Era tanta la desfiguración ocasionada al rostro de Jesús, que camino al Gólgota, había mujeres que lloraban por Él, haciendo grandes lamentos (Lucas 23:27) y el lamento era producto del asombro que les causaba el cuadro macabro en el que Jesús se encontraba.
Camino al Gólgota.
La severidad de la flagelación a que fue sometido con su intenso dolor y la gran pérdida de sangre, debió dejar a Jesús en un estado de pre-shok, el abuso mental y físico cometido con Él, por parte de judíos y romanos, así como la falta de alimento, de agua cargado de sueño, contribuyeron a debilitarlo físicamente, por lo tanto, desde el punto de vista médico, sus condiciones físicas antes de la crucifixión debieron ser extremadamente críticas y comprometedoras.
La costumbre en los tiempos de Jesús, era que el condenado a la pena capital relativo a la crucifixión, debía cargar su propia cruz, desde el sitio de la flagelación hasta el de la ejecución, fuera de los muros de la ciudad. Esto indica que Jesús caminó aproximadamente medio kilómetro (1/2 Km.) con el madero a cuestas, cuyo peso era de 70 kilos. Según los registros de Juan Jesús cargó la cruz por completo, Simón de Sirene, sólo le ayudó cargando la cruz por un extremo, en la parte de atrás. Lucas 23:26. Juan 19:17.
La crucifixión
La crucifixión era el peor de los sufrimientos que pudiera padecer un hombre, y era reservada a los esclavos, extranjeros, revolucionarios y criminales más viles; en este caso, Jesús fue contado como uno de ellos.
No debemos olvidar que Jesús no cargó una cruz como tal. La traducción Bíblica dice cruz, pero el término que aparece del griego es “Estaurom”, lo cual indica madero. El estaurom era clavado en forma horizontal sobre uno que estaba en forma vertical en el Gólgota cuyo nombre era “Patibulum”; clavando el estaurom sobre el patibulum, se formaba la cruz.
Al llegar al sitio de la crucifixión, el reo era colocado sobre el madero (estaurom), tendido en el suelo; las manos podían ser amarradas o clavadas. En el caso de Jesús, fueron clavadas. Según algunas investigaciones, en el aspecto físico, los clavos eran generalmente colocados con mayor frecuencia en las muñecas y no en las palmas de las manos, debido a que el peso corporal rasgaba las manos y el cuerpo no se mantenía en la cruz.
Los clavos de hierro eran introducidos entre los huesos llamados carpo y radio o entre el espacio de los huesos carpo y sus ligamentos, muchas veces sin quebrar los huesos (este fue el caso de Jesús), pero produciendo un intenso dolor al atravesar los músculos, ligamentos y nervio mediano, lo que produce parálisis de una porción de la mano, disminución de la circulación sanguínea (isquemia) contracciones, dolorosos y calambres.
Hay que tomar en cuenta, que los clavos eran cuadrados, con la punta roma, con una longitud aproximada de 8 a 13 cm y 1 cm de diámetro. Para clavar los pies, se hacía el apoyo usado para esto, atravesándolos con un clavo de hierro que pasaba entre el primer y segundo espacio metatarsiano, en el lugar justo de la unión del metatarso. Esto, indudablemente, producía la perforación del nervio pedio (rama del tibial anterior), y las ramificaciones profundas del tibial posterior (el plantar interno y el plantar externo), los cuales eran dañados también por el clavo, produciendo intenso dolor y dificultad al tratar de apoyarse.
Aunado a esto, para fijar la espalda del crucificado al madero se dislocaba las coyunturas que están a la altura del brazo con el omóplato produciendo separación de las extremidades causando intensos dolores, esto lo hacían fijando una de las manos al madero con un clavo, y del otro extremo con una cuerda se ataba la otra mano por la muñeca haciendo presión en sentido contrario halando hasta causar la dislocación.
Su respiración
El peor efecto fisio-patológico de la crucifixión iba más allá; era la marcada interferencia con la respiración normal, especialmente en la exhalación (expulsión del aire contenido en los pulmones). El peso del cuerpo tendiendo hacia abajo, hace que se estrechen o se contraigan los músculos intercostales presentando dolores, calambres musculares, fatiga y dificultad al respirar. Para evitar o amortiguar un poco el dolor, el reo tomaba la determinación de apoyarse sobre sus piernas para mantener el cuerpo suspendido hasta que se produjera la inhalación (toma de aire) y la exhalación (expulsión del aire). En el caso de Jesús, tuvo que hacer lo mismo durante seis (6) horas para evitar el intenso dolor, Él no era la excepción.
Causa de su muerte
Varias fueron las causas de su muerte. Las más probables fueron: el shok hipobolémico (falta de sangre), la asfixia, la deshidratación, las arritmias inducidas por el stress; congestionamiento del corazón con líquido en el pericardio y en la pleura; a esto debemos añadir las fallas cardio-respiratorias. Sin embargo, lo importante del caso no es determinar con precisión patológica la causa de la muerte de Jesús, sino las condiciones en las cuales murió, por quién murió, y cuál fue el costo de su muerte.
EL JUICIO DE DIOS SOBRE JESÚS
Después que Jesús pasó por el juicio de los hombres, fue sometido al Juicio de Dios. Los Salmos 22 y 88 considerados en la teología como Mesiánicos, registran dicho acontecimiento. En estos salmos aparecen términos que al hacer crítica de cada uno de ellos, denotan lo serio y lo intenso que fue dicho Juicio. A continuación describo los pasajes.
>“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?, ¿por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?”. Salmo 22:1.
>“... y me has puesto en el polvo de la muerte”. Salmo 22:15.
>“Soy contado entre los que descienden al sepulcro”. Salmo 88:4.
>“Abandonado entre los muertos, como los pasados a espada que yacen en el sepulcro”. Salmo 88:5.
>“Sobre mí reposa tu ira y me has afligido con todas tus hondas”. Saldo 88:7.
>“¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí Tu rostro?”. Salmo 88:14.
Todas estas expresiones registradas en los salmos citados considerados como Mesiánicos, dan pie para afirmar el peso que cayó sobre Jesús a causa del Juicio de Dios.
El Evangelio de Lucas registra, que Jesús antes de morir exclama desde lo más profundo de su alma, una expresión que denota el abandono que Jesús hace de sí hacia el Padre, aceptando por completo el Juicio de Dios sobre Él; “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu.”Lucas 23:46.
El Juicio de Dios sobre Jesús comenzó con la imputación del estado de pecado, amputando de Jesús el estado de justicia.
En la segunda carta que el Apóstol Pablo escribe a los Corintios dice: “Al que no conoció pecado por nosotros lo hizo pecado,...” 2ª Corintios 5:21.
El término “Lo hizo pecado”, es un sustantivo, no un verbo que indica una acción; por consiguiente, el pecado que entró en Jesús no lo hizo pecador lo hizo el pecado de la humanidad, por lo tanto, Dios no juzgó en la cruz a un pecador Dios juzgó a un hombre cargado de pecado. 2ª Corintios 5:21.
Dios no trató a Jesús como a un pecador, sino como al pecado mismo, y por causa de esto pasó a ser maldición.
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición...”Gálatas 3:13.
Todo el estado de pecado y el estado de maldición cayó sobre Jesús.
Isaías 53:6, dice: “...; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros.” Jesús en la cruz pasó a ser el germen del pecado, la raíz misma de el.
Jesús en la cruz no se llevó los pecados de la humanidad, sino el pecado de la humanidad; es decir, Jesús no se llevó las obras de pecado sino el estado de pecado que mantenía al hombre condenado; por causa de esto Jesús entró en el Juicio de Dios y fue hallado culpable.
Dios mismo lo condenó por haber puesto el pecado sobre Él, y como resultado vino sobre Jesús la muerte tanto la espiritual como la física. Isaías 53:1.12.
LAS MUERTES SOBRE JESÚS
En Génesis 2:17, Dios le dice al hombre: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de el comieres (muriendo morirás), ciertamente morirás.”
Nuestras versiones dicen: “El día que de él comieras, ciertamente morirás”; mientras que el texto original dice: “El día que de él comieras, muriendo morirás.”
Es decir, muriendo espiritualmente morirás físicamente. Nunca la muerte física se hubiera apoderado de Adán si primero no se produce en él la muerte espiritual. Este es un principio que se tuvo que dar en Jesús como el postrer Adán. En Jesús se produjo la muerte espiritual para que posteriormente se diera la física. No estamos afirmando que el Espíritu de Jesús murió, lo que alegamos es que Jesús murió espiritualmente.
El término muerte en griego es “Thanatos”, que significa separación. La muerte espiritual en Jesús es la misma separación del Padre por causa del estado de pecado. Jesús sufrió un abandono total y completo en la cruz hasta el punto que el Espíritu Santo tuvo que salir de Él.
No podía el Espíritu Santo quedarse en un ser en el estado de pecado en el que se encontraba Jesús, Fue tanta la separación que las tinieblas cubrieron toda la tierra (Mateo 27:45), cumpliendo así el principio que afirma y establece que no hay comunión entre la luz y las tinieblas (Juan 1:5. 2ª Corintios 6:14) lo que indica que siendo Dios Luz y no habiendo tinieblas en Él no estaba presente en ese momento 1ª Juan 1:5.
“... Dios es luz, y no hay ninguna tiniebla en Él.”
Esta muerte espiritual trajo como consecuencia la muerte física, la Biblia tiene registro del estado de muerte en el que Jesús cayó.
En Isaías 53:9 encontramos: “y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte...” Más adelante, el verso 12 dice: “..., y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte...”
Hechos 2:24 nos dice: “Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.”
En Hechos 3:15 vemos: “Y matasteis al autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos...”
Hechos 13:30 nos revela que “Dios le levantó de los muertos”
En Romanos 6:9, encontramos: “Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñoreará más con Él.”
Filipenses 2:8, nos dice: “... haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
En Hebreos 2:9, encontramos: “Pero vemos a Aquél que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de Gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.”
El término “gustase”, es un verbo del griego Gevomai, que indica tener experiencia muy personal, haber pasado por ella, sufriendo las consecuencias, identificándose en el caso.
En Hebreos 2:14, se nos dice: “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, Él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte; esto es, al diablo.”
Hebreos 5:7. “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruego y súplicas con gran clamor y lágrimas, al que le podría librar de la muerte...”
Apocalipsis 1:17.19. “... no temas, Yo Soy el primero y el último. El que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.”
En 1ª Corintios 15:21, dice que por medio de un hombre entró la muerte; esto es Adán, y por medio de otro entró la vida; esto es Cristo.
Lo lógico del caso es: para que la muerte entrase por Adán éste tenía que estar vivo, porque ¿cómo puede la muerte matar al que está muerto? En el mismo caso se da con Jesús, para que la vida entrase por Cristo, este tenía que estar muerto, porque ¿cómo puede la vida darle vida al que está vivo?
En conclusión a este tópico, queda demostrado, por todos los medios, que Jesús probó y experimentó las dos muertes; tanto la espiritual como la física.
LAS ENFERMEDADES SOBRE JESÚS
En Isaías 53:4 se nos dice: “Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades...”
El llevar nuestras enfermedades, no se debe tomar desde el punto de vista literal como si Dios hubiese puesto sobre Jesús todas las enfermedades. Cuando hacemos un análisis etimológico del término “heridas” que aparece en 1ª Pedro 2:24, y “llagas” que aparece en Isaías 53:5 en un sentido figurado, se refiere al golpe del Juicio Divino que cayó sobre Jesús por su obra vicaria, y que por cuyo juicio fue hallado culpable, pasando la inocencia a nosotros, y por causa de esa inocencia le fue quitado a la enfermedad el derecho legal que tenía sobre nosotros por la trasgresión de Adán.
Toda enfermedad que venga sobre el cuerpo de un hijo de Dios viene a usurpar un lugar que no le pertenece. Este es el sentido que se le da en Mateo 8:17 cuando Jesús sanaba a los enfermos y libertaba a los endemoniados.
El escritor cita a Isaías 53:4 alegando proféticamente en un acto presente, que la raza humana tendría acceso a la sanidad y a disfrutar de perfecta salud al depositar su fe en Jesús como el Mediador, como el Sumo
Pontífice, como el Vicario de Dios. Toda persona que haya aceptado a Jesús como su Salvador, tiene derecho a la sanidad o a vivir en perfecta salud; Él nos dejó ese legado.
EL DESCENSO AL INFIERNO
Para poder tener mayor comprensión de esto, debemos estudiar la doctrina del infierno. Hay tres términos en el griego para definir el infierno:
>Hades
>Tartaru:
>Geenna o Ge-Hinom
Pasemos a describir cada uno:
Hades: Región de los espíritus de los muertos perdidos, incluyendo los muertos bienaventurados en los tiempos anteriores a la ascensión de Cristo.
El Hades, en la actualidad, es un estado intermedio entre la muerte y la condenación en el Gehena. Lucas 16:23
Tartaru: Traducido como infierno en 2ª Pedro 2:4. Está constituido por las prisiones de oscuridad, lugar donde fueron arrojados los ángeles caídos, para ser reservados al juicio. Este lugar sólo es habitado por los ángeles caídos.
Geenna o Ge-Hinom: Este término se usa para describir el lugar donde van a ser lanzados los seres que están en el Hades, después del Juicio (Apocalipsis 20:13), denominado el Juicio del Gran Trono Blanco (Apocalipsis 20:11-15). También serán lanzados en el, la Bestia y el Falso profeta (Apocalipsis 19:20) y junto con ellos el diablo (Apocalipsis 20:10).
Este lugar es el de tormento eterno (Apocalipsis 20:10) este es el lugar al que Jesús describe como el fuego que nunca se apaga y el gusano que nunca muere. Marcos 9:44-48.
De estos tres lugares Jesús descendió fue al Hades. Pero debemos destacar que el Hades se dividía en dos departamentos o secciones: la parte superior llamada “El Seno de Abraham”, y la parte inferior llamada “El lugar de tormento”. Lucas 16:19.31.
De estas dos secciones del Hades, Jesús estuvo en el lugar de tormento; Pablo es claro en el asunto, cuando en la carta a los Efesios nos dice: “Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?” Efesios 4:9.
Si hacemos crítica de los términos mencionados en el pasaje, Pablo dice que Jesús descendió a las partes “más bajas de la tierra”, no dijo a las partes bajas; esto indica que Jesús descendió a la parte inferior del Hades, que es el lugar de tormento. Jesús tenía que descender a ese lugar porque es el sitio que nos pertenecía a nosotros; Él ocupó nuestro lugar en todos los aspectos. Sin lugar a dudas fue atormentado tres días y tres noches según lo descrito en el libro de Jonás capítulo 2 del verso 1 al 10 y lo es corroborado por el Evangelio de Lucas capítulo 16 verso 23.
EL ASCENSO DEL INFIERNO
Al tercer día Dios levantó a Jesús de entre los muertos, ¿cómo Dios hizo esto? ¿De qué se valió Dios para hacerlo?
Dios debía tener un argumento legal para poder levantar a Jesús de los muertos. Para darle vida primero tuvo que impartir justicia sobre Jesús porque la vida viene como producto de la justicia. En el caso de Jesús, Dios utilizó la ley para justificarlo por el cumplimiento de ella. Pablo, en ningún momento negó que la ley podía justificar al hombre, lo que alegó es que no había hombre que cumpliese la ley para ser justificado por ella, pero Jesús fue la excepción, Él cumpliendo la ley a perfección fue justificado por ella.
La Biblia declara que “…no se halló pecado en Él” (1ª Pedro 2:22). Por causa de la justicia que vino por el cumplimiento de la ley, Jesús fue vivificado en el espíritu y de esta forma venció a la muerte, venció al pecado, venció al Hades, venció al diablo; y se levantó como el Sumo Sacerdote entró en el verdadero Lugar Santísimo selló el nuevo pacto y le dio acceso a la dispensación de la gracia y nos dio libre acceso al Trono de Dios.
E-mail: meejesussoberano77@hotmail.com / josebriceno77@hotmail / josebricenoa77@gmail.comcom/www.reformafm.net/
www.lorini.tv Busca los estudios en videos del Maestro: José N. Briceño A. por YOU TUBE
Conéctate por FACEBOOK / http://maestrojosebriceno.blogspot.com/
Telf. 0416-8607602/ 0414.650.99.92/ 0261.7373387.
Venezuela-Maracaibo-Zulia

jueves, 3 de enero de 2013

LA FE DEL PADRE DE LA FE.



Hebreos 11:8-13 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. 12 Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar. 13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
LA FE DEL PADRE DE LA FE.  
 INTRODUCCIÓN: la fe es lo que define al cristiano. Dice la biblia en  Hebreos.11 "1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. La Biblia nos dice que lo que no proviene de fe es pecado (Ro. 14:23). Eso es lo que se conoce como incredulidad. ¿Por qué la gente se pierde eternamente? No es porque haya  cometido el peor de los pecados, sino porque no ha creído (Jn. 3:18). La incredulidad es la que origina los demás pecados. ¿Cuál cree usted que fue el real pecado de Adán y Eva? El pecado de la incredulidad. Ellos no le creyeron a Dios y su advertencia. Vea la diferencia con Abraham. No encontramos en la Biblia a un hombre que haya sido tan amado como él. Ha sido amado por los  judíos, los musulmanes y  los cristianos. A él se la ha dado el título de  “padre de la fe”. En esta galería su nombre es el que más se oye. Abraham es el hombre cuya fe agradó al Señor. Y en este sentido se ha dicho que si usted quiere agradar a Dios hágalo sin  importar a quien desagrade. Pero si usted desagrada a Dios, no importa a quien agrade. ¿Quién fue Abraham antes de convertirse en el padre de la fe? Era un pagano e idólatra en su tierra de origen. Tome en cuenta, además, que no fue sino cuando tenía 75 años  que comenzó a vivir por fe. Esto es una buena noticia. Hay gente que piensa que es muy vieja para vivir por fe. Pero observe el caso de este patriarca. Cuando salió de su tierra ya era un hombre de éxito en sus negocios. Estaba en la plenitud de la vida. Tenía una esposa bellísima y sin duda estaba rodeado de amigos y de prestigio. Sin embargo, de un momento a otro hace un anuncio donde dejaba la comodidad que tenía porque  una voz extraña que nunca la había oído le decía que saliera de su tierra y su parentela porque haría de él una gran nación. Por lo tanto su fe fue seguida con obras. Consideremos la fe del “padre de la fe”. ¿Por qué un creyente es considerado hijo de Abraham?
I. UNA FE OBEDIENTE AL LLAMADO  (He. 11: 8) Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.La raíz de la auténtica fe es escuchar la voz de Dios. El texto comienza diciéndonos que él: “Siendo llamado…”.  De acuerdo a Génesis 12, Dios le habló a Abraham de  una forma personal. Junto con el llamado hay un  programa que se esperaba que cumpliera. La fe es contraria a lo que yo  resuelvo por mi propia cuenta. Pero se convierte en certeza cuando Dios dice que lo hará a través de ella. La fe demanda escuchar la voz de Dios. Tenemos que admitir que Abraham escuchó la voz de Dios como ninguno de nosotros la ha escuchado. Es más, ni siquiera a Moisés se le apareció tan real, pues Dios le habló desde una zarza ardiendo. Saulo y Pedro fueron otros ejemplos de hombres que escucharon la voz de Dios de una manera sobrenatural. Pero, ¿será esto lo que estamos esperando hoy para sentir que Dios habla? ¿Tenemos ahora menos ventajas? ¡No! Vea la ventaja que tenemos de acuerdo a Hebreos 1:1,2. Antes no había la presencia del Espíritu Santo y la palabra de Cristo revelada. Aquella gente siempre esperaba por una  revelación especial. Pero ahora podemos abrir la palabra y ya estamos escuchando la voz de Dios. Abraham obedeció por fe al instante. ¿Qué hacemos al oír y leer la palabra? 

II. UNA FE QUE NO SE DETIENE FRENTE A LOS   RIESGOS  A TOMAR:  Si usted oye la voz de Dios y no toma el riesgo del llamado, entonces no podrá conocer la forma como Dios quiere bendecirle. ¿Qué pasó con Abraham? Él no sabía hacia donde se dirigía, pero resolvió que ese no era su problema. Se imaginó que el Dios que le llamaba tenía un mapa bien trazado para no perderse. Por cierto no se nos dice que él se haya perdido alguna vez en sus viajes. La situación para nosotros no ha cambiado. No nos preocupemos si no entendemos totalmente, más bien estemos listos para obedecer instantáneamente. Es posible que a veces el  obedecer una orden no tenga sentido, pero hagámoslo si el Señor así lo pide. Recuerde este principio, si usted no obedece lo que ya sabe no le pida a Dios más revelación. Comience obedeciendo lo revelado, lo demás vendrá después.
III. UNA FE QUE ESTABLECE UN ORDEN PRIORITARIO DE  VALORES  :Hebreos 11:9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; Abraham era un hombre sin mucho apego a las cosas materiales. Su vida nos enseña que no debemos convertir las cosas materiales en el asunto más importante. Note que él vivió como extranjero. Así lo dice la palabra.  No se apegó mucho a esa tierra. Las estacas de su carpa no las profundizaba mucho, pues siempre estaba levantando campamento. Bien podemos decir que Abraham no fue amigo del mundo. Estableció muy bien sus prioridades. Y vea que mientras su sobrino puso su tienda cerca de Sodoma, él se fue en otra dirección. Era extranjero en Canaán; así vivió todo el tiempo.  “Era un peregrino lejos de su hogar pero a su vez yendo a su real hogar”. Debemos establecer nuestro orden de valores. Si solo vivimos para el mundo estamos viviendo sin fe. Debemos vivir siempre como extranjeros, eso nos ayudará a no amar tanto a este mundo. Pero, ¿nos ve el mundo como extranjeros? La gente de Canaán supo que Abraham era un extranjero. Ellos supieron que ese hombre adoraba a un Dios distinto. ¿Hemos establecido ese orden de prioridades en la vida? ¿Está haciendo nuestra fe la diferencia? ¿Podrá la gente calificarnos como ciudadanos del reino de los cielos?.
IV. UNA FE QUE ES GUIADA POR UNA  VISIÓN. Hebreos 11: 10 dice: 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Este pasaje es muy significativo. Abraham era un hombre que miraba con frecuencia hacia el cielo. La promesa que Dios iba a ser de él una nación como las estrellas del cielo, tenía que mantenerlo enfocado siempre hacia el cielo. La palabra clave aquí es “esperaba”. Queridos y queridas radioescuchas Con mucha frecuencia perdemos nuestro enfoque, sobre cuando llegan esos momentos donde ya no queremos seguir. Cuando el desánimo se apodera de nuestra voluntad y todo a nuestro alrededor pareciera salir mal, pudiera ser porque estamos perdiendo nuestro enfoque en la visión de la vida cristiana. La vida del mundo nos rodea, y si la dejamos entrar comenzaremos más a pensar como el mundo en lugar de pensar en lo que nos espera. Abraham no sabía cómo era la ciudad que le esperaba, pero su visión no se nublo nunca. Este es el primer hombre que tuvo la capacidad de ver lo invisible. Hermano, amigo   ¿Ha visto usted lo invisible? dirán ustedes  no hermano está equivocado ¡eso no es posible! Ok. Entonces yo le tengo una buena noticia, lea atentamente  lo que dice 2 Corintios 4:18. La fe ve lo invisible. Nuestra mirada pareciera mirar solo lo que se ve. Visión es ver más allá del alcance de la vista. Miremos más hacia el cielo. Allá está lo que nos espera.
Y para finalizar con el mensaje de hoy  vamos a tocar un V. Aspecto: UNA FE QUE AL FINAL LOGRA LA  VICTORIA .Hebreos  11:12  dice: Por lo cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar. ¿Por qué Abraham es llamado “padre de la fe”? Porque a través de su fe, el mundo se ha beneficiado. Este hombre gozó de las bendiciones prometidas. El nombre de Abram, al principio significaba “padre exaltado”; por lo menos así era conocido en Ur, antes de ser llamado. Ahora su nombre “Abraham”, significa “padre de multitudes”. A ningún otro hombre se le ha dado esa bendición por su fe. Pero, ¿qué vino de Abraham? A través de él Dios engrandeció la tierra. ¿Cuánta gente había para el tiempo de Abraham? No lo sabemos, pero no era tanto, si tomamos en cuenta las generaciones postdiluvianas. Entonces, Dios hizo de Abraham una gran nación y a través de él serían “bendita todas las naciones de la tierra” (He. 11:12). De Abraham vinieron las doce tribus, los sacerdotes, los primeros reyes, los profetas. Pero sobre todas las bendiciones, de la simiente de Abraham vino el Señor Jesucristo. Desde entonces la Biblia dice: “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia  Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham  Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham”. ¿Ha sido usted bendecido en la  fe de Abraham? Los verdaderos creyentes (ahora los gentiles) nos constituimos en “judíos espirituales” al identificarnos con Abraham en su fe.
En CONCLUSIÓN: amados hermanos   “Poca fe traerá su alma al cielo, mucha fe traerá el cielo a su alma”. Abraham trajo el cielo a su alma; y trajo, por medio de su fe, la salvación a las almas. Para el tiempo de Jesús, cuando Lázaro murió, fue directo al “seno de Abraham” que era una figura del cielo. Los que morían fuera de esa fe iban directo al Hades; allí fue el rico según lo relató Jesús. Cuando usted muera ¿a dónde irá, al “seno de Abraham” o al Hades? La fe de Abraham es una fe salvadora. Es la fe que luego vino en la persona de Jesús: “para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu” (Gálatas. 3:14). ¿Cuál tipo de fe tiene usted? ¿Es una fe basada en las promesas? ¿Ha sido usted alcanzado por la “bendición de Abraham” que ahora viene a través de Cristo? La fe tal como la define Dios es fundamental para la vida en Cristo de la humanidad.