Hebreos 11:8-13 8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por
la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena,
morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque
esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es
Dios. 11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril,
recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad,
porque creyó que era fiel quien lo había prometido. 12 Por lo
cual también, de uno, y ése ya casi muerto, salieron como las estrellas del
cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar. 13 Conforme
a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de
lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y
peregrinos sobre la tierra.
LA FE DEL PADRE DE LA FE.
INTRODUCCIÓN: la fe es lo que define al
cristiano. Dice la biblia en Hebreos.11
"1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve. 2Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. La Biblia
nos dice que lo que no proviene de fe es pecado (Ro. 14:23). Eso es lo que se
conoce como incredulidad. ¿Por qué la gente se pierde eternamente? No es porque
haya cometido el peor de los pecados,
sino porque no ha creído (Jn. 3:18). La incredulidad es la que origina los
demás pecados. ¿Cuál cree usted que fue el real pecado de Adán y Eva? El pecado
de la incredulidad. Ellos no le creyeron a Dios y su advertencia. Vea la
diferencia con Abraham. No encontramos en la Biblia a un hombre que haya sido
tan amado como él. Ha sido amado por los
judíos, los musulmanes y los
cristianos. A él se la ha dado el título de
“padre de la fe”. En esta galería su nombre es el que más se oye.
Abraham es el hombre cuya fe agradó al Señor. Y en este sentido se ha dicho que
si usted quiere agradar a Dios hágalo sin
importar a quien desagrade. Pero si usted desagrada a Dios, no importa a
quien agrade. ¿Quién fue Abraham antes de convertirse en el padre de la fe? Era
un pagano e idólatra en su tierra de origen. Tome en cuenta, además, que no fue
sino cuando tenía 75 años que comenzó a
vivir por fe. Esto es una buena noticia. Hay gente que piensa que es muy vieja
para vivir por fe. Pero observe el caso de este patriarca. Cuando salió de su
tierra ya era un hombre de éxito en sus negocios. Estaba en la plenitud de la
vida. Tenía una esposa bellísima y sin duda estaba rodeado de amigos y de prestigio.
Sin embargo, de un momento a otro hace un anuncio donde dejaba la comodidad que
tenía porque una voz extraña que nunca
la había oído le decía que saliera de su tierra y su parentela porque haría de
él una gran nación. Por lo tanto su fe fue seguida con obras. Consideremos la
fe del “padre de la fe”. ¿Por qué un creyente es considerado hijo de Abraham?
I. UNA FE OBEDIENTE AL
LLAMADO (He. 11: 8) Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había
de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.La raíz de la
auténtica fe es escuchar la voz de Dios. El texto comienza diciéndonos que él:
“Siendo llamado…”. De acuerdo a Génesis
12, Dios le habló a Abraham de una forma
personal. Junto con el llamado hay un
programa que se esperaba que cumpliera. La fe es contraria a lo que
yo resuelvo por mi propia cuenta. Pero
se convierte en certeza cuando Dios dice que lo hará a través de ella. La fe
demanda escuchar la voz de Dios. Tenemos que admitir que Abraham escuchó la voz
de Dios como ninguno de nosotros la ha escuchado. Es más, ni siquiera a Moisés
se le apareció tan real, pues Dios le habló desde una zarza ardiendo. Saulo y
Pedro fueron otros ejemplos de hombres que escucharon la voz de Dios de una
manera sobrenatural. Pero, ¿será esto lo que estamos esperando hoy para sentir
que Dios habla? ¿Tenemos ahora menos ventajas? ¡No! Vea la ventaja que tenemos
de acuerdo a Hebreos 1:1,2. Antes no había la presencia del Espíritu Santo y la
palabra de Cristo revelada. Aquella gente siempre esperaba por una revelación especial. Pero ahora podemos abrir
la palabra y ya estamos escuchando la voz de Dios. Abraham obedeció por fe al
instante. ¿Qué hacemos al oír y leer la palabra?
II. UNA FE QUE NO SE DETIENE
FRENTE A LOS RIESGOS A TOMAR: Si usted oye la voz de Dios y no toma el riesgo del
llamado, entonces no podrá conocer la forma como Dios quiere bendecirle. ¿Qué
pasó con Abraham? Él no sabía hacia donde se dirigía, pero resolvió que ese no
era su problema. Se imaginó que el Dios que le llamaba tenía un mapa bien
trazado para no perderse. Por cierto no se nos dice que él se haya perdido
alguna vez en sus viajes. La situación para nosotros no ha cambiado. No nos
preocupemos si no entendemos totalmente, más bien estemos listos para obedecer
instantáneamente. Es posible que a veces el
obedecer una orden no tenga sentido, pero hagámoslo si el Señor así lo
pide. Recuerde este principio, si usted no obedece lo que ya sabe no le pida a
Dios más revelación. Comience obedeciendo lo revelado, lo demás vendrá después.
III. UNA FE QUE ESTABLECE UN
ORDEN PRIORITARIO DE VALORES :Hebreos 11:9 Por
la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena,
morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; Abraham era un hombre
sin mucho apego a las cosas materiales. Su vida nos enseña que no debemos
convertir las cosas materiales en el asunto más importante. Note que él vivió
como extranjero. Así lo dice la palabra.
No se apegó mucho a esa tierra. Las estacas de su carpa no las
profundizaba mucho, pues siempre estaba levantando campamento. Bien podemos
decir que Abraham no fue amigo del mundo. Estableció muy bien sus prioridades.
Y vea que mientras su sobrino puso su tienda cerca de Sodoma, él se fue en otra
dirección. Era extranjero en Canaán; así vivió todo el tiempo. “Era un peregrino lejos de su hogar pero a su
vez yendo a su real hogar”. Debemos establecer nuestro orden de valores. Si
solo vivimos para el mundo estamos viviendo sin fe. Debemos vivir siempre como
extranjeros, eso nos ayudará a no amar tanto a este mundo. Pero, ¿nos ve el
mundo como extranjeros? La gente de Canaán supo que Abraham era un extranjero.
Ellos supieron que ese hombre adoraba a un Dios distinto. ¿Hemos establecido
ese orden de prioridades en la vida? ¿Está haciendo nuestra fe la diferencia?
¿Podrá la gente calificarnos como ciudadanos del reino de los cielos?.
IV. UNA FE QUE ES GUIADA POR
UNA VISIÓN. Hebreos 11:
10 dice: 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios. Este
pasaje es muy significativo. Abraham era un hombre que miraba con frecuencia
hacia el cielo. La promesa que Dios iba a ser de él una nación como las
estrellas del cielo, tenía que mantenerlo enfocado siempre hacia el cielo. La
palabra clave aquí es “esperaba”. Queridos y queridas radioescuchas Con mucha
frecuencia perdemos nuestro enfoque, sobre cuando llegan esos momentos donde ya
no queremos seguir. Cuando el desánimo se apodera de nuestra voluntad y todo a
nuestro alrededor pareciera salir mal, pudiera ser porque estamos perdiendo nuestro
enfoque en la visión de la vida cristiana. La vida del mundo nos rodea, y si la
dejamos entrar comenzaremos más a pensar como el mundo en lugar de pensar en lo
que nos espera. Abraham no sabía cómo era la ciudad que le esperaba, pero su
visión no se nublo nunca. Este es el primer hombre que tuvo la capacidad de ver
lo invisible. Hermano, amigo ¿Ha visto usted lo invisible? dirán ustedes no hermano está equivocado ¡eso no es posible!
Ok. Entonces yo le tengo una buena noticia, lea atentamente lo que dice 2 Corintios 4:18. La fe ve lo
invisible. Nuestra mirada pareciera mirar solo lo que se ve. Visión es ver más
allá del alcance de la vista. Miremos más hacia el cielo. Allá está lo que nos
espera.
Y para finalizar con el mensaje
de hoy vamos a tocar un V. Aspecto: UNA
FE QUE AL FINAL LOGRA LA VICTORIA .Hebreos 11:12 dice: Por lo cual también, de uno, y ése ya
casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena
innumerable que está a la orilla del mar. ¿Por qué Abraham es llamado
“padre de la fe”? Porque a través de su fe, el mundo se ha beneficiado. Este
hombre gozó de las bendiciones prometidas. El nombre de Abram, al principio
significaba “padre exaltado”; por lo menos así era conocido en Ur, antes de ser
llamado. Ahora su nombre “Abraham”, significa “padre de multitudes”. A ningún
otro hombre se le ha dado esa bendición por su fe. Pero, ¿qué vino de Abraham?
A través de él Dios engrandeció la tierra. ¿Cuánta gente había para el tiempo
de Abraham? No lo sabemos, pero no era tanto, si tomamos en cuenta las
generaciones postdiluvianas. Entonces, Dios hizo de Abraham una gran nación y a
través de él serían “bendita todas las naciones de la tierra” (He. 11:12). De
Abraham vinieron las doce tribus, los sacerdotes, los primeros reyes, los
profetas. Pero sobre todas las bendiciones, de la simiente de Abraham vino el
Señor Jesucristo. Desde entonces la Biblia dice: “Así Abraham creyó a Dios, y
le fue contado por justicia Sabed, por
tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham Y la Escritura, previendo que Dios había de
justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham,
diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son
bendecidos con el creyente Abraham”. ¿Ha sido usted bendecido en la fe de Abraham? Los verdaderos creyentes
(ahora los gentiles) nos constituimos en “judíos espirituales” al
identificarnos con Abraham en su fe.
En CONCLUSIÓN: amados hermanos “Poca fe traerá
su alma al cielo, mucha fe traerá el cielo a su alma”. Abraham trajo el cielo a
su alma; y trajo, por medio de su fe, la salvación a las almas. Para el tiempo
de Jesús, cuando Lázaro murió, fue directo al “seno de Abraham” que era una
figura del cielo. Los que morían fuera de esa fe iban directo al Hades; allí
fue el rico según lo relató Jesús. Cuando usted muera ¿a dónde irá, al “seno de
Abraham” o al Hades? La fe de Abraham es una fe salvadora. Es la fe que luego
vino en la persona de Jesús: “para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham
alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del
Espíritu” (Gálatas. 3:14). ¿Cuál tipo de fe tiene usted? ¿Es una fe basada en
las promesas? ¿Ha sido usted alcanzado por la “bendición de Abraham” que ahora
viene a través de Cristo? La fe tal como la define Dios es fundamental para la
vida en Cristo de la humanidad.